Frontal y micro de Kenwood TM-V7E

Evaluación de accesibilidad del Kenwood TM-V7E

(Traducción libre y ampliada con mis experiencias del artículo de Kelvin Marsh M0AID en Active-Elements.org).

 

Me regalaron (el día de Reyes de algún día a principios de los 2000) un flamante Kenwood TM-V7E, un transceptor VHF y UHF móvil de FM. Por lo que he leído e intercambiado, es uno de los equipos más usados en bandas altas por personas ciegas y se acepta como uno de los más accesibles.

Kenwood TM-V7E montada en cocheAhora mismo la llevo en el coche (de mi pareja, yo no conduzco por seguridad ciudadana), aunque ocupó muchos años el despacho donde me sentaba a escuchar y escuchar, como ya conté en otro artículo.

Con ella descubrí los subtonos, la banda de 70CM, los DCS, los equipos con doble receptor, etc.

La radio tiene un zócalo de antena tipo N, tomas TNC y soporta dos altavoces externos, uno para cada VFO.  Transmite en 2m y 70cm y tiene tres niveles de potencia: bajo de 5 vatios, medio de 10 vatios, y alto de 50 vatios en VHF y 35 en UHF.

No hay ningún teclado numérico en el panel frontal y el micrófono tampoco dispone de teclado numérico.

Al parecer, la TM-V71E sí lleva teclado numérico en el micrófono, cosa que seguramente ayudará a la introducción de frecuencias directas.

Aunque se le debe hacer una pequeña modificación (no la hice yo, no es accesible) al equipo, éste puede trabajar fuera de las bandas de aficionados en los modos FM y AM y usarse como repetidor de banda cruzada.

 Kenwood TM-V7E

Los controles del panel frontal (que además es extraíble) están muy bien definidos, y los botones son de plástico duro que facilitan su ubicación, localización y distinción.

El display se diferencia al tacto y a cada lado hay una fila vertical de tres botones: CALL (diferente a los demás) VFO y MR a la izquierda y POWER (diferente a los demás) PM y MENU a la derecha.

Hay un pequeño botón de sintonización en la parte inferior izquierda del panel de control, que hace clic mientras se sintoniza, cada vez que cambia un paso de frecuencia (configurable a cuantos KHZ).

Este mando también se utiliza para seleccionar canales de memoria y desplazarse por el menú. Además, el pequeño dial tiene una función de pulsador que sirve para cambiar los pasos a MHZ, entre otras cosas.

Cuatro botoncitos que sobresalen como pequeños puntitos cubren la parte central del equipo y debajo del display: la primera es la tecla de función (puede pulsarse seguida de otra tecla o mantenerse pulsada para otras opciones), la tecla de tono, la tecla de reverse y un último botón para configurar la potencia en alta, media o baja. Cuando seleccionemos la potencia alta, el equipo emitirá un beep más grave del que emite para las otras dos posiciones. Como los pitidos para media y baja son iguales, deberemos contar a partir del beep más grave (alta) y así saber en qué rango de potencia estamos.

En la parte inferior derecha hay dos controles de Volumen y Squelch, independientes para cada uno de los dos VFO, el A y el B.

Estos botones también se pueden presionar para llevar a cabo funciones adicionales como por ejemplo leer las frecuencias en voz alta (siempre que se disponga del módulo VS-3 instalado). En el medio de los dos controles hay un pequeño botón que nos indica el VFO activo de operación (no el de transmisión) con un pitido más agudo para el VFO A y otro más grave para el B.

A la izquierda del todo de la parte frontal del equipo se halla el agujero para el TNC (que nunca he usado) y a la derecha la clavija RJ45 para el micrófono. El que trae de fábrica solo incluye cuatro teclas: Call (diferenciada con un punto), MR, VFO y otra para cambio entre bandas.

De la parte trasera solo mencionaré las dos tomas mini-jack de 3,5MM separadas para VFO A y B, el cable para conectarlo a la fuente de alimentación (he tenido que marcar los terminales con un trozo de cinta aislante para saber cuál es el rojo y cuál el negro y no equivocarme con la polaridad) y la toma de antena ‘N’ a la derecha del todo.

Trasera Kenwood TM-V7E

Cuando me lo regalaron, el TM-V7E ya llevaba instalado el Chip VS-3: una pequeña tarjeta que provee al equipo de la función de lectura de las frecuencias y modos mediante una síntesis de voz.

En cambio, el TM-V71E se equiparía con la guía de voz opcional VGS-1, que amplía y mucho la accesibilidad del equipo, dando acceso mediante voz a la mayoría de pulsaciones de botón e incluso a parte de los menús.

El VS-3 del TM-V7E sólo lee las frecuencias (en inglés y japonés), el número de canales en memoria y la frecuencia asignada, las pulsaciones de los botones CALL, MR y PM… ¡pero no lee nada del menú!

Como decía, las Memorias sí se verbalizan, lo que da acceso a poder almacenar frecuencias y programaciones de repetidor con subtonos, etc. Insisto, el TM-V7E no permite navegar con el sistema de voz a través del menú, cosa que si permite el TM-V71E, ni nos leerá tampoco otros parámetros como por ejemplo la señal de recepción.

Al entrar en el menú, solo oiremos «MENIU» pero nada más, unos pitidos al cambiar por las opciones de menú y otros pitidos que no nos indican demasiado bien si una función está activada o no.

La tecla de tono, la segunda de las pequeñitas empezando por la izquierda, cambia entre diferentes opciones relacionadas con el subtono y el silenciador del subtono.

Estas funciones no se hablan y sabremos que estamos en alguna de ellas porque oiremos un pitido agudo, u otro pitido más grave cuando volvamos a la posición «todo apagado». Tecla Función seguida de Tecla TONE nos llevarían a un ciclo similar pero con las funciones de DCS.

Cuidado con esto porque en las posiciones CTCSS y DCS, la radio enmudece, ya que sólo se oirán las señales con la codificación adecuada, cosa que me ha dado más de un quebradero de cabeza.

Tampoco se pronuncian, cuando se quieren elegir, los tonos CTCS, por ejemplo (sí lo hace la TM-V71E). Para configurarlos, presionaríamos el botón TONE hasta oír el pitido grave -posición Off-, presionaríamos una o dos veces más TONE (según la opción deseada) y luego mantendríamos pulsada la tecla función, seguida de la tecla TONE, lo que nos devolverá un pitido con otro tono (la importancia de los tonos en los pitidos).

Aquí, usaríamos la perilla de sintonización para seleccionar el subtono deseado y presionaríamos el botón TONE para confirmar. Pero, ¿qué tono estamos seleccionando? ¡No lo sabemos!, porque el pequeño sintetizador VS-3 no nos lo lee.

La tercera tecla de este grupo, REV, sirve para cambiar las frecuencias de entrada y salida, acompañado por un pitido alto (entrada) y bajo (salida). Deberemos pulsar la tecla del control de volumen del VFO que estemos usando para saber en qué frecuencia nos encontramos en cada momento, pues el equipo no lo lee automáticamente.

Presionando la función seguido de REV cambiaríamos los ajustes de desplazamiento entre Off (pitido grave), menos y más (pitido medio). También aquí ayudan los pitidos.

En España, las salidas de repetidor de 2m están en el rango de frecuencia 145.600 a 145.800.

Al pasar por alguna de estas frecuencias (sólo en 2m), el equipo entra automáticamente en modo repetidor, ajustando el offset correcto para la transmisión.

Decíamos que los canales de memoria son totalmente accesibles. Se hablan los números de canal y se anuncia su estado. Se les puede asignar nombres, pero el equipo no los lee, ni es posible hacerlo de manera autónoma y accesible.

Por cierto, la radio tiene 4 estados programables de la memoria.  Esto permite a un solo usuario configurar el transceptor para varios tipos de funcionamiento o para su uso en diferentes ubicaciones. También significa que varios usuarios diferentes pueden adaptar las funciones a su preferencia particular y almacenar la configuración individual. Este sistema es usable pero cuidado con no cambiar de modo sin querer.

Frontal de Kenwood TM-V7E

En resumen: el Kenwood TM-V7E es bastante usable (más que accesible, diría yo) y con pequeños trucos puedes llegar a manejarlo bastante. Para las operaciones de menú (ver manual) es precisa ayuda externa, pero son opciones que no deberemos, en un principio, cambiar a menudo. He probado con contar los pasos por el menú (del 1 al 17) pero el menú no siempre me devuelve a la posición 1 y si no recuerdo la posición en la que me he quedado la última vez he llegado a cambiar parámetros y tener que reiniciar el equipo para arreglarlo.

Al parecer, la accesibilidad mejora con creces si hablamos del TM-V71E, con muchas más funciones (comparando otra vez el chip VS-3 con el VGS-1).

Aun así, el TM-V7E tiene muchas áreas donde el operador ciego deberá inferir la información, en lugar de saberla con exactitud. Sinceramente es un equipito que me encanta y tras tantos años no me resulta difícil usarlo, pero es cierto también que lo hago con muchos trucos, valiéndome de sus pitidos, tonos y reiniciando a los valores de fábrica a la mínima de cambio cuando hago algo raro y no tengo unos ojitos prestados que me ayuden a arreglarlo.

¿Es el #EchoLink accesible para las personas ciegas?

Hace algunos años empecé a escuchar, casi por casualidad, unas transmisiones en frecuencias que para mí (y para aquél entonces) no eran habituales: ¿cómo podía ser que estuviese escuchando a una persona de Asturias con mi pequeño walkie, al parecer, en directo? ¿Por qué tantos segundos entre cambios, precedidos de un pitido? Era mi primer contacto con Echolink.

Echolink es un sistema para Radioaficionados con licencia que funciona bajo protocolos de voz Ip.

Permite a las estaciones de radioaficionados comunicarse entre sí mediante links o repetidores conectados a internet. Aunque tiene sus defensores y detractores, resulta muy útil para cuando no se dispone de una gran instalación o incluso para entretenerse con un simple walkie.

Así, por ejemplo, si yo vivo en Tarragona y el amigo EA3KY ha montado un link en la frecuencia de 145.2875, yo desde mi casa con mi walkie podría acceder a dicha frecuencia y hablar con otros radioaficionados que escuchen algún otro link o repetidor en cualquier lugar del mundo y que esté conectado a la misma conferencia, o bien radioaficionados que estén conectados al programa y a la conferencia a través de internet o incluso con el teléfono móvil. Un par de ejemplos más: yo podría, desde el sofá de mi casa, acceder a un link cercano (o propio) conectado al servidor Echolink y a alguna conferencia y hablar con una persona de, pongamos, Argentina cómodamente, puesto que mi voz iría del walkie al link, del link a Internet, que a su vez la transmitiría al link de destino y al walkie del otro compañero. También podría, con mi ordenador o teléfono móvil, charlar con un radioaficionado que se encuentre bajo la cobertura de algún link o repetidor. Todo se centraliza en los servidores de Echolink.

Al parecer hay más de 200.000 usuarios validados a nivel mundial y más de 6000 nodos activos.

Dentro del sistema Echolink existen las conferencias, encargadas de agrupar e interconectar a usuarios; los links, estaciones que se componen de un transmisor receptor de radio en modo simplex conectado a un Pc con un interface para la transmisión de la señal por Voz Ip; los repetidores, estaciones de radio con interface con el mismo uso que los links pero en una frecuencia en modo repetidor (+/-) y, claro, los usuarios que son las estaciones que se conectan a través de internet directamente a una conferencia, a un repetidor o a un link.

Si entramos en el sistema Echolink mediante un equipo de radio, debemos buscar la frecuencia del link o repetidor más cercano, poner el subtono específico, escuchar y transmitir respetando las normas de cada conferencia. Aquí la accesibilidad o usabilidad dependerá de la capacidad que tenga la radio para leernos las frecuencias o los subtonos (o encontrarlos automáticamente como hago yo a día de hoy con mi TM-V7e o mi TH-F7e), así como la capacidad de acceder al desplazamiento +/- si se trata de un repetidor.

Problemas tengo con mi IC7000 para acceder a los subtonos y, por consiguiente, al link en cuestión.

Si queremos usar Echolink desde el ordenador o crear nuestro propio link, deberemos validarnos antes. Todo el proceso es completamente accesible con el lector de pantalla (probado con IE11, Firefox y JAWS 18.0).

En España existen varias opciones, como las conferencias *Espana* o *Espana2* o la *RedLK2*.

*En Catalunya existe la conferencia *radiocat conferencia catalana* que ofrece nets únicamente en catalán.

Hay en internet muchos listados de links y repetidores activos, pero lo mejor es comprobarlo en el propio sistema de Links Activos para que estén lo más actualizados posible.

 

¿Y qué tal andamos de accesibilidad?

Echolink es bastante accesible con un lector de pantalla (Jaws o NVDA) en un ordenador, así como mediante la aplicación disponible para IOS (iPhone e iPad de Apple). No he podido probar otras versiones para dispositivos como Linux o Android.

En Windows, una vez instalado Echolink, nos aparecerá en la ventana principal un árbol de directorios a la izquierda que nos permitirá elegir entre tipos de nodo (links, estaciones, conferencias o repetidores), ubicación o favoritos.

En el cuadro central se nos mostrarán los ítems según lo elegido.

El sufijo de cada indicativo que veamos indica si la estación es un ordenador (sin sufijo), un repetidor (-R) o un link o transceptor simplex (-L).

Por cierto, los tamaños del texto y los iconos de la pantalla parece que son demasiado pequeños para leerlos con claridad para una persona con problemas de visión.

Se puede ampliar el texto un poco aumentando la resolución de la pantalla o usando la herramienta de ampliación que viene con Windows, así como programas como ZoomText o Magic. También nos puede ir bien un monitor más grande.

Para no perdernos entre tanta amalgama de árboles y nodos, se puede usar la opción de favoritos, aunque con las teclas TAB y las flechas arriba y abajo nos moveremos bien por los ítems.

Cuando estemos encima de un indicativo, link, repetidor o conferencia, pulsaríamos intro para conectar a él.

Para desconectarnos usaríamos [alt] + [D].

Una forma más rápida si tenemos muy claro donde nos queremos conectar sería abrir el cuadro de diálogo Conectar con [Ctrl] + [O], escribir el indicativo y pulsar Intro.

Una cosa que nos puede ayudar es configurar EchoLink en el modo Vista del explorador para que la carpeta favoritos y los árboles se muestren de forma más accesible.

Cuando el programa arranca, el foco del cursor está en el panel de lista de estaciones en el lado izquierdo de la ventana. (En cualquier momento, el comando Alt-1 devuelve el foco a la lista de estaciones).

Si el contenido del panel es una lista de indicativos, EchoLink está configurado para mostrarlas en vista de índice. El comando Control-AvPag cambia la vista a la Vista de Explorador.

Así, el panel Lista de estaciones mostrará un árbol de directorios de carpetas para organizar los indicativos tal como he explicado antes: por Ubicaciones, por Tipos de nodos, Alarmas, Nuevo y Favoritos.

Ahora podemos seleccionar la carpeta Favoritos con la flecha hacia abajo.

Si salimos del programa con la carpeta Favoritos abierta, el foco se mantendrá en el elemento Favoritos en el directorio de la Lista de estaciones cuando volvamos a iniciar EchoLink.

Para agregar automáticamente indicativos a Favoritos: Menú Herramientas> Preferencias> pestaña Lista> Seleccionar «Agregar nuevos QSO a Favoritos».

También podemos usar el menú contextual de la carpeta Favoritos, haciendo clic con el botón derecho en la lista Favoritos para abrir el menú contextual, yendo hacia abajo hasta el elemento Nuevo indicativo, pulsando Intro, escribiendo el indicativo, incluido el sufijo EchoLink, y pulsando Intro.

Bien, estamos conectados desde el ordenador y escuchando pero queremos hablar. La tecla predefinida para activar el PTT es la barra espaciadora.

Existen otras opciones para la tecla de PTT, que se pueden configurar en el menú Herramientas> Preferencias> ficha Conexiones> Botón de control PTT.

También se pueden activar (y son muy útiles) alertas de tonos audibles al inicio y al final de cada transmisión (menú Herramientas> Preferencias> ficha Señales). Esto nos ayudará a saber cuándo iniciamos la transmisión y cuando hemos terminado.

Los sonidos para cuando nos conectamos y/o desconectamos de una estación están activados de forma predeterminada, incluso hay uno cuando se produce un error en la conexión.

Aquí algunos atajos de teclado útiles (no todos):

Alt + 1: Activa el área Lista de emisoras

Alt + 2: Activa el área Mensaje de texto

Alt + 3: Activa el área de estado QSO

Alt + 4: Activa el área de chat de texto

F6: Activa la siguiente área (en la secuencia anterior)

Shift+F6: Activa el área anterior (en la secuencia anterior)

Alt + AvPag: Cambia entre la vista de índice y la vista de explorador en la lista de estaciones

Tabulador: Cambia entre los lados izquierdo y derecho de la vista del explorador o entre secciones del área de chat de texto

Espacio: Comienza (o finaliza) la transmisión

Alt + A: Alarmas

Alt + B: Ponerse como ocupado

Alt + C: Conectar (a la estación seleccionada)

Alt + D: Desconectar

Ctrl + O: Conectar a…

Alt + P: Preferencias

Alt + R: Reconectar

F1: Contenidos de ayuda

Alt + F4: Salir

Alt + F2: Iniciar o parar la grabación

F5: Actualizar (lista de emisoras)

Alt + F9: Teclado de tonos DTMF

Alt + Y: Configuración de Sysop

EchoShack: haciendo más sencillo el uso de Echolink

Vaya por delante que no la he probado. No soy dado a instalar aplicaciones específicas si el programa normal es accesible o al menos usable. EchoShack promete ayudar a los radioaficionados ciegos y con problemas de visión a usar EchoLink de manera más sencilla.

Tony Wakefield, VK3ZTR, escribió esta interfaz de usuario para EchoLink al darse cuenta que algunos radioaficionados de edad avanzada y no tan duchos en el manejo de la informática podían tener dificultades usando el programa «normal».

EchoShack controla automáticamente EchoLink, por lo que ambos paquetes de software deben estar instalados en el ordenador.

La interfaz tiene cuatro botones que controlan las funciones más corrientes del programa (en la parte superior izquierda) y 40 botones programables.

Cualquier botón con la etiqueta «EchoTest» nos conectará al Test Server, el cual grabará y reproducirá nuestra voz automáticamente. Dos grandes ventanas mostrarán mensajes de texto e información sobre la estación a la que estemos conectados.

El tamaño del texto se puede ajustar fácilmente directamente desde el panel utilizando los botones de flecha en la esquina inferior izquierda de la ventana.

Las teclas de función F6 a F8 activarán un sistema de voz que nos dará información sobre la estación, mensajes de texto, el nombre del botón activo y las distintas pulsaciones de teclas.

La última versión (que fecha del 2012), asegura trabajar con Microsoft Windows XP, Vista, Windows 7 y Windows 8.

Se ha añadido una barra de estado que muestra quien está hablando y la posibilidad de navegar con la tecla TAB a través de los 4 botones que podemos activar con las teclas de función.

Podéis encontrar más información sobre este proyecto aquí.

 

Echolink: ¿accesible incluso en el móvil?

Sí señores. Suelo conectarme a Echolink desde mis dispositivos IOS (iPhone e iPad) sin demasiados problemas con la aplicación de Echolink para dicho sistema operativo.

Los botones del programa están etiquetados para poder ser usados con VoiceOver (el lector de pantalla de IOS).

Podemos movernos por las 5 pestañas de la parte baja de la pantalla: QSO, Text, Stations, Favorites y Settings.

Para empezar, y a modo de tutorial mega rápido (prometo hacer vídeo) iríamos a la pestaña stations, donde podríamos elegir entre locations, repeaters, links, conferences o users, como en el caso de la aplicación para el ordenador. Con un doble toque en el botón correspondiente accederíamos a cada categoría y a sus correspondientes subcategorías.

Aquí es especialmente útil también el uso de la pestaña Favorites, donde podemos guardar nuestras conferencias, links, repetidores o usuarios favoritos para acceder más rápidamente.

Una vez elegida una estación o conferencia, se nos muestra una pantalla con el número de nodo y un botón para conectarnos a ella.

Con un doble toque en «connect», si todo va bien, estaremos conectados. Nuestro teléfono leerá ahora el título de la estación y en el caso de ser una conferencia los links y repetidores conectados. Si vamos a la pestaña Text podremos ver lo que se escribe en la pizarrita de cada sala y escribir nosotros en el cuadro de edición. Ojo aquí porque la lectura de la pizarra no es muy accesible y a veces se le va la olla si hay muchos comentarios escritos porque no son navegables.

Aconsejo activar las casillas de «End RX Sound» y «Text Sound» en Settings (sonido de final de recepción y sonido al recibir un mensaje de texto), que nos serán de utilidad.

La aplicación sigue ejecutándose en segundo plano y podemos continuar escuchando el QSO aun habiendo salido con el botón Home o con el teléfono bloqueado.

 

En definitiva y a grandes rasgos, esto es lo que os puedo contar a día de hoy en lo que accesibilidad y usabilidad del Echolink se refiere. Al menos, estas son mis experiencias. Si has llegado hasta aquí, felicidades y ¡disculpa por el tostón!

 

*Existe un cliente para usuarios de MAC llamado Echomac que parece ser completamente accesible y navegable con el lector de pantalla VoiceOver.

Estación con manipulador CW

El día que me animé a aprender CW en serio gracias al cursillo de @EA2CW y #EA7HYD

Seguro que mucho se ha debatido acerca del porqué se dejó de pedir un aprendizaje básico del CW (Morse, telegrafía…) como condición para aprobar el examen de radioaficionado.
En mi caso, sinceramente, hubiese preferido hacerlo entonces y quitármelo de encima. Sabía que me costaría mucho ponerme a estudiar CW después. Aunque me daba curiosidad, carecía de la constancia y de la fuerza de voluntad para aprender. Me metía en LCWO.net (artículo aparte para hablar de su accesibilidad), aprendía varias letras pero luego lo dejaba. No tenía método, ni rutina.
Pero todo lo bueno de esta vida suele llegar sin buscarlo. Un día leí en internet una web en la que se hablaba de un cursillo de CW, online, vía Skype, con unos horarios, más gente… Perfecto para mis problemas de constancia y rutina, al menos tendría la excusa y la obligación por respeto a los demás. Pero claro, ¿cómo sería el cursillo? ¿Qué programas usarían? ¿Serían accesibles? Contacté con su responsable, EA2CW, quien seguro que recibió mi correo entre sorprendido y curioso. En nuestro segundo intercambio de mensajes, aclarado el hecho de que yo podía usar Skype, la web de LCWO, Google Drive y otros recursos informáticos con normalidad, se disiparon las dudas.
Voy a ser breve en la entrada porque tampoco es plan de colgar aquí el material del curso. En internet hay infinidad de recursos pero hay que saber escogerlos y cribarlos.
Yo os puedo contar que, en poco menos de tres meses, he aprendido todas las letras del alfabeto (no contéis puntos y rayas, aprendeos el sonido) siguiendo el método Koch; he cogido el hábito de empezar a escuchar, escuchar y escuchar, uno de los consejos más repetidos; he conseguido aprenderme el esquema de un QSO típico; y todo esto a una velocidad aceptable. He interiorizado, también, abreviaciones y prosignos (ni idea de lo que eran antes de empezar el curso).
No, a la hora de escribir este post aún no he realizado mi primer QSO en CW. Tengo la teoría, pero me falta la práctica. He empezado a escuchar las bandas, interiorizando el esquema del QSO, entendiendo ya muchas conversaciones a más de 15PPM. Pero ahora estoy en la fase de trasladar todo esto a mi mano, al pequeño manipulador que adquirí al amigo Andrés (EA3PP). Y así lo seguiré haciendo (válgame Dios que sin la misma rutina ni constancia que en el curso) hasta conseguir una “buena caligrafía al manipular» para salir al aire con dignidad.
Me llevo del cursillo un montonazo de consejos, trucos, nombres de programas, aplicaciones móviles, recursos en internet, buenos comportamientos… ¡Y será cuestión de ponerlos en práctica!
Sólo me queda agradecer a EA2CW y EA7HYD, los artífices de todo este tinglado, por su paciencia y dedicación y a mis compañeros de cursillo. El mejor premio para todos será, algún día, hacer un QSO real con ellos, sin duda.

TX FER READ =
73 ES GL DE EA3GZA
= TU E E E

Imagen de catálogo del Kenwood TS-2000

Reseña de accesibilidad del Kenwood TS-2000

(Nota: este artículo se basa en una traducción libre de la review de accesibilidad del equipo en cuestión, Publicada por Kelvin Marsh M0AID en la web Active-Elements.org realizada con el permiso expreso del autor por EA3GZA con sus impresiones).

El Kenwood TS-2000 ha sido, durante mucho tiempo, el equipo mejor considerado (y recomendado) por los
radioaficionados ciegos o con baja visión. Seguramente eso se debe a sus numerosos botones y teclas directas (sin necesidad de pasar por menús para realizar acciones concretas), su ergonomía y su sistema de pitidos o síntesis de voz (para esto último debe instalársele el módulo VS-3, que nos leerá en voz alta algunos parámetros, aunque cabe decir que este chip ha sido mejorado en su versión VGS-1 en Kenwoods más nuevos).
Os cuento que yo ya no dispongo de este equipo. De hecho nunca tuve uno. Conviví con él un tiempo (prestado por un colega) y luego tuve que devolverlo.
Bien. El transceptor cubre HF, 6M, y 2M con un máximo de 100 vatios, y usa 50 vatios para 70CM. Incluso se puede extender opcionalmente para transmitir en 23CM con un módulo adicional y dispone de un acoplador automático interna para HF. La radio tiene un receptor secundario para VHF y UHF.
Lo primero que me impresionó es su panel delantero. Tiene muchos botones de goma y controles giratorios que se diferencian entre sí y se localizan fácilmente.
El panel trasero tiene distintas tomas de antena, SO-239s para HF y 6M, 2M, y un conector tipo N para 70CM.
Como he mencionado, la radio tiene un número extenso de botones y perillas, con el dial de sintonización principal en el centro. A la izquierda de dicho dial, en la esquina superior izquierda, hay un bloque de 8 botones: se usan para llamar al sistema de voz (el botón que es redondito), encendido/apagado del equipo, conectar o desconectar el atenuador, el preamplificador, el VOX, el procesador, pasar de transmisión a recepción y usar por el acoplador interno (ATU).
Debajo de esto están los jacks del auricular y del micrófono y tres botones redondos muy pequeños, que se usan para poner en marcha distintos filtros.
La pantalla LCD ocupa la parte superior del panel.
Los 12 botones del teclado numérico están indentados ligeramente, y debajo de éstos, hay dos controles giratorios que sirven para ajustar el ancho de banda.
Directamente a la izquierda del dial de sintonía hay otros 10 botones que incluyen el de función, ganancia de micrófono, potencia, ajuste de la tecla CW y selección de modo. El dial de sintonización, en el centro, está levantado levemente, cosa que ayuda a su ubicación y hace menos probable que se modifique por error la frecuencia al tocar el dial cuando presionan los botones cerca de él.
A la derecha del dial de sintonía se encuentran los botones de Menú y TF-Set, que se utilizan para comprobar la frecuencia de TX al trabajar en Split.
Las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo sirven para moverse entre las bandas, mientras que la de izquierda y derecha se usan para seleccionar los receptores Main o Sub.
Estas 4 teclas están en un bloque en forma de «diamante», y junto con la mayoría de los botones, están muy juntos para facilitar su localización.
La verdad sea dicha, la distribución de los botones hace muy fácil el entender para qué sirven a una persona ciega, incluso sin haber tocado antes el equipo, o almenos intuírlo.
Sigamos.
A la derecha, y de nuevo ligeramente empotrado, hay un bloque de 9 botones. Estos incluyen las memorias rápidas, los botones asociados a la operación de SPLIT, y las opciones de escritura de memoria y recuperación de memoria. Finalmente, a la derecha del todo del panel se encuentran botones que se usan para el RIT y el XIT. Una perilla giratoria para la sintonización del receptor RIT/Sub, y la ganancia de RF y de AF para ambos receptores acaban de configurar el panel.
El control multicanal también se encuentra en este grupo.
Volviendo al lado izquierdo del panel frontal, cabe decir que la mayoría de estos botones son también de uso múltiple, y generalmente activan un menú de configuración si se pulsa primero la tecla de función.
Un paréntesis: los comandos para los que se precisa la tecla de función no ofrecen respuesta de voz y en realidad dan muy poca información auditiva, sólo algunos beeps o pitidos que nos pueden ayudar a veces a conocer la activación o desactivación de la opción.
Volvamos al botón redondito y programable, convenientemente colocado en la esquina superior izquierda del panel frontal. Ese botón, por ejemplo, nos puede informar de la señal de recepción, de la frecuencia en la que nos encontremos, etc. Pero deberemos programarlo mediante menú.
El TS-2000 lee el sistema de menús completo, pero solo el número del menú (no las letras asociadas) así que un operador ciego necesitará un método para recordar la función de cada número de menú. Por ejemplo, el RX Equalizer es el menú número 20. Usando el control Multi Channel, podemos movernos por el menú hasta que se oiga ‘Menu 20 – OFF’. El ajuste se realiza con las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo. Escucharíamos ‘Menú 20 H’ y luego ‘Menú 20 B’ y así sucesivamente. En este caso, ‘OFF’ significa que el ecualizador de recepción está apagado, ‘H’ es igual a High Boost y ‘B’ equivale a Bass Boost. Una buena opción para nosotros sería tener anotados los números de menú y sus correspondientes funciones asociadas, o tener una memoria excepcional para recordarlos.
Que el TS-2000 -u otro equipo cualquiera- en su cuerpo o en su micro tenga un teclado numérico completo facilita el desplazamiento a una frecuencia directa, opción que suelo usar con asiduidad en los equipos que la ofrecen.
Imaginemos que queremos desplazarnos a 7.100 MHZ. Deberíamos pulsar la tecla ‘ENTER’ (a la derecha del 0), y luego los números 7, el punto decimal (a la izquierda del 0), 1, 0 y 0. Si tenemos instalado el chip VS-3 la emisora dirá: ENTER, 7, MHZ, 1, 0, 0, VFO 7.100, cuando se vuelva a pulsar la tecla ENTER:
Debido a la «accesibilidad» del menú con la verbalización de los números presionados (lo guay sería que el menú se leyera completo, como ya pasa en algún equipo más moderno), el TS-2000 es muy útil en las bandas de HF. Para saber si el sintonizador automático funciona y se ajusta, podemos servirnos del chasquido de los relés seguidos de varios pitidos agudos. Si el acoplador no es capaz de ajustar la antena, se oirá el mensaje
SWR en CW.
El modo en el que se encuentre la radio (CW, USB, LSB, FM, AM…) también se indica con CW. Por ejemplo, cuando estemos en USB se escuchará Di Di Dah (una U).
En el uso normal, el TS-2000 puede indicar la mayoría de los ajustes, que un operador ciego podrá entender aunque sólo sea por eliminación. Me explico. Por ejemplo, para ajustar la potencia, se presiona el botón POWER y se ajusta la potencia girando el control multicanal. No hay respuesta de voz en este proceso, pero si se ha pulsado correctamente el botón POWER, el equipo emitirá un pitido agudo y cada «clic» del control multicanal aumentará la potencia en 5 vatios.
Por lo tanto, para ajustar 10 vatios de salida, deberíamos girar el control de canal en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que escuchemos un pitido, que indicará que se ha alcanzado el mínimo de 5 vatios. Luego deberemos girar el control un «clic» en el sentido de las agujas del reloj para ajustar 10 vatios, pasando de 5 a 10. Finalmente, volveríamos a presionar el botón POWER y el equipo emitirá un pitido grave que nos dirá que hemos salido del ajuste de potencia. ¿Qué os parece? E aquí la importancia de unos pitidos en distintos tonos. (Para tonos de pitidos los del Tmv7 o el TH-F7 de los que hablaremos en otros artículos). Otro ejemplo: Mic Gain se ajustaría de una manera similar, pero cada ‘clic’ aumentaría en un 1%. la ganancia. como esta opción se puede configurar del 1% al 100%, entonces lógicamente hay 100 ‘clics’ para contar. Eso sí, no hay forma de averiguar cuál es el valor actual, es decir, no podemos saber (si no nos acordamos) de si la emisora está en 50 vátios o en un 40% de la ganancia, a menos que contemos otra vez los ‘clics’ hasta que se alcance un límite. Por ejemplo, si contamos 30 ‘clics’ en el sentido de las agujas del reloj y luego escuchamos un pitido, podríamos deducir que el Mic Gain se había ajustado previamente en un 70%.
No es muy práctico, ciertamente, tedioso, pero al menos es posible.
Volvamos a la importancia de los tonos de los pitidos. ¿Cómo sabemos si una función está activada o no?
Si presionamos los botones a la izquierda del dial de sintonía, el estado de encendido o apagado de muchas opciones se indicará mediante un tono de pitido DIFERENTE, más agudo para indicar que está activado y más grave para indicar que está apagado.
Esto es particularmente útil cuando, por ejemplo, se entra en el modo de ajuste de potencia. Una notable excepción, sin embargo, es el procesador de voz. Inexplicablemente, no hay diferencia en el tono del beEp que indica si se ha activado o desactivado. Un operador ciego tampoco sabrá si está transmitiendo con el procesamiento de voz activado.
Un método para saber si estamos usando el procesador, sería escuchando nuestra propia transmisión a través de los auriculares, con la función Monitor activada.
La función SPLIT es también más o menos usable.
La Voz no nos indicará si estamos usando VFO A o B, pero en términos prácticos esto no importa. Al presionar el botón A / B se cambiará al VFO alternativo, permitiéndonos ingresar la frecuencia de TX. Pulsando de nuevo A / B volveríamos a la frecuencia RX. Pulsando ahora el botón Split podríamos empezar a utilizar dicha función.
Cada vez que se cambia de VFO, el equipo nos dirá en voz alta la frecuencia, pero al presionar el botón SPLIT no se obtiene ninguna retroalimentación de audio.
Afortunadamente, si pulsamos la tecla TF-Set, podremos escuchar la frecuencia de transmisión Split y oiremos un pitido si no estamos en el modo Split. Ese botón también es útil para comprobar la entrada del repetidor.
No hay duda, a estas alturas y por mi experiencia también, que el TS-2000 destaca del resto de muchos equipos en cuanto a accesibilidad, o lo ha hecho durante muchos años. (parece que la accesibilidad de equipos como el ts590sg o ts990 es también muy alta y rica, pero no he podido probarlos). Ojo, no estoy hablando de prestaciones, de recepción, de emisión, de capacidades… De hecho, en esos términos, el TS2000 no sería mi equipo preferido para HF ni mucho menos.
En los modos de VHF / UHF, es importante poder manejar las memorias de forma accesible, pues en muchos casos es necesario almacenar frecuencias de repetidor o simplex que nos convengan.
En ese sentido, el TS2000 es capaz (con el módulo VS-3, claro) de hablar los números de canal de las memorias, junto con las frecuencias almacenadas.
Cuando se utiliza 2M, la radio incluso sabe cuándo nos encontramos en frecuencias de los repetidores, y ajusta automáticamente el desplazamiento (en España de 145.600 a 145.775). ojo, que ahora parece que hay repetidores que legalmente pueden trabajar en 145,575mhz y mi TS2000 no se ajustaba ahí, teniendo que pulsar dos veces la tecla 0 para ajustar manualmente el -600.
Como dijimos anteriormente, no hay indicaciones habladas para las pulsaciones de botón que implican tener que presionar antes la tecla de función.
Esto significa, por ejemplo, que no hay retroalimentación sonora para seleccionar un tono CTCSS.
Normalmente, se selecciona un tono CTCSS pulsando Función seguido del número 6 en el teclado.
En la pantalla aparecerá una lista de tonos posibles para elegir. Una vez que se selecciona el tono correcto para un repetidor, se pulsa de nuevo la tecla de Función y el nnúmero 6 para salir de la lista CTCSS, quedando guardados los ajustes en la memoria.
Pero claro, ¿cómo sabemos qué tono está seleccionado si no vemos la pantalla y no nos lo lee el sintetizador?
Aquí es difícil, porque no hay diferencia en el pitido que emite la emisora cuando navegamos por la lista de tonos.
Un truquito: a veces podemos establecer el tono CTCSS para un repetidor, siempre que éste se encuentre en uso, es decir, que alguien esté hablando en él.
Deberíamos entrar en el modo de configuración CTCSS con Función seguido por 6, y luego usar el botón de escaneo para encontrar automáticamente el tono CTCSS correcto. Una vez más, no hay indicaciones habladas, es más una cuestión de ensayo y error.
En resumen, el TS-2000 ofrece un excelente acceso a la gran mayoría de sus características. Un operador ciego familiarizado con el diseño podría fácilmente configurar esta radio desde cero. El acceso al menú y los canales de memoria, y la gama de bandas de HF a 70CM en todos los modos, hacen el TS-2000 una opción muy atractiva para muchos operadores ciegos. Eso sí, tendremos que tener una gran dosis de memoria, cosa a la que ya estamos acostumbrados los que tenemos que enfrentarnos a menús y sus opciones. No es raro tener que recordar cuantas veces presionamos un botón o cuantas giramos un dial para acceder a tal o cuál función, activarla, desactivarla o cambiarla.
El amigo Kelvin nos hace una sugerencia que he usado más de una vez: el restablecimiento parcial. Esto conservará los ajustes de menú y memoria, pero nos llevará de nuevo a una posición conocida si nos quedamos realmente atascados. Si el operador utiliza un PC y se conecta a través de la interfaz CAT, Kenwood proporciona un programa MCP excepcionalmente accesible para el TS-2000. El MCP permite configurar la radio, incluyendo los ajustes de tecla de función que no se hablan como el CTCSS o para poder configurar los canales de memoria fácilmente.
Una vez que se han realizado cambios con el MCP, se pueden volver a escribir en la radio y se puede hacer una copia de seguridad del archivo creado, en caso de que se requiera un restablecimiento completo.
Existe también un dispositivo denominado Hampod (que no he probado) que dota al equipo de más accesibilidad, pero no os puedo contar más de lo que aparece en su web, de momento.

A parte del manual en PDF del equipo, en la web Handihams tienen diferentes archivos en audio (y en inglés) que ayudan a un operador ciego a familiarizarse con el equipo.

Una radio con defensores y detractores, pero simpática y usable para usuarios ciegos.

Emisora IC280E

Primer contacto con la radioafición. Recordando «mi» primer equipo: IC280E

Me considero muy nostálgico. De hecho, me atrevería a decir que muchos (no se puede generalizar) radioaficionados lo somos, y tal vez la afición lo sea también. Digo esto porque siento nostalgia cuando me acuerdo de «mi» primer equipo. Y pongo el posesivo entre comillas porque el propietario era mi padre, por aquél entonces (y ahora) EB3TA: un flamante transceptor móvil (pero que usaba en base) Icom IC-280E, de la banda de 2 metros FM, 10 vatios de potencia y tres memorias que se borraban cuando se desconectaba el equipo. Se ve que venía del Japón y que se construyó a finales de los 70. Sí, para muchos de mis lectores seguro que ya sería una modernidad, pero para mí fue el primero que tuve entre mis manos.
El momento en el que descubrí el aparato merece casi una mención aparte. No recuerdo muy bien cuando fue (puede que yo tuviera unos 8 años), pero un día, trasteando por el despacho de mi padre (donde convivían algún soldador que no debía pisar con los pies descalzos junto con kits, piezas y demás cachivaches que me encantaba tocar), encontré una caja rectangular con botones y ruedecitas. Le pregunté a mi padre qué era aquello y la frase: «es una emisora de radioaficionado, sirve para hablar con otra gente» me fascinó desde el minuto 0. Lo enchufamos a una fuente de alimentación pero del aparato solo emergieron chisporroteos. «Los finales estarán quemados». ¿Finales? pero si lo acabo de conocer, ¡debería hablarme de principios, no de finales!
Me consta que mi padre la arregló (seguro que lo hizo el amigo EA3CDW, quien se encargaría durante muchos años de mantener la pequeña instalación de mi padre) y lo conectó a una antena que, sin yo saberlo (obviamente nunca la había visto) se mantenía erguida en un mástil en el tejado de nuestro bloque, a siete pisos sobre el suelo. Una antigua antena Tagra (no recuerdo el modelo) que mi padre había montado unos 10 o 12 años atrás hasta que, por motivos que nunca supe, dejó la afición a un lado.
Me explicó por aquél entonces que él había vivido la noche del 23F mediante las ondas de aquél aparato y que constantemente solía hacer QSO’s con gente de los alrededores o vía repetidores como el R4 de Castellón.
¿QSO’s? ¿Repetidores? ¿Códigos Q?
Me contó también que para utilizar el aparato necesitaba una licencia, pasar un examen, un indicativo. Enseguida me aprendí el suyo, EB3TA, y uno de los primeros días en los que el transceptor ya lucía listo de nuevo, empecé a charlar con quienes creía que me contestarían. ¡Y vaya si lo hicieron!
«¡Niño, deja la emisora de tu padre y vete por ahí!» Juro que aún recuerdo el indicativo de quien me atizó tales palabras, un simpático EB5. No le culpo. Realmente no debía tocar eso. Mi padre me dijo que durante mucho tiempo tenía que escuchar, escuchar y escuchar.
Así empecé a aprender lo que significaban los números de las frecuencias, lo que significaba hablar por un repetidor o en directo, que había distintos tipos de antenas, que existía algo llamado «decamétricas» que por lo que se ve era la monda lironda… Llegué a aprenderme los sonidos de los repetidores, en CW, rápido y agudo el del R4 de Castellón, lento y más grave el 3 de Ibiza; o incluso por el sonido de la cola al caer, podía saber en qué frecuencia me encontraba: larguísima la del R6 de Montecaro que desaparecería años después, el simpático silbidito del R2 de Gandía, los beeps tan característicos de los de Denia (eso ya más tarde)…
Ni sabía nada de subtonos, ni de CTCS, ni de DCS, ni de la UHF… Todo esto lo iría aprendiendo con los años y ya con un nuevo equipo, allá por el 2001, un TMV7E de Kenwood que aún funciona y me acompaña, para mi disfrute (y a veces tedio de mi pareja) en el coche. Pero ya hablaremos de ese equipo, porque supuso un salto importante no solo en potencia, bandas y prestaciones sino en accesibilidad.
Y es que, señores, el IC280E, por muy bueno que me pareciese, no me permitía saber en qué frecuencia me encontraba. Pero mi mente fue creando pequeños trucos:
– El equipo siempre se encendía en 145.000MHZ. Si contaba las vueltas del dial (tac, tac, tac) podía saber dónde me encontraba, puesto que los saltos eran de 25KHZ y no había otra opción.
– También hallé por casa un antiguo FT23R de Yaesu, que me servía para encontrarme haciendo portadoras de una radio a la otra y cuadrar así las frecuencias, aunque casi nunca me ayudaba porque terminaba descuadrando el walkie, que tampoco era accesible, sacándolo de las frecuencias límite para radioaficionados.
– Sabía si estaba en Simplex o en +/-600 porque había teclas dedicadas a ese menester, solo debía memorizar su posición y cambiarla según me pareciera. No existían los menús (de los cuáles ya hablaré también en un futuro).
Los diales de sintonización, volumen y squeltch eran fáciles de sintonizar, incluso las 3 memorias, que se cambiaban con otro mando más pequeño. Pero el problema era la fuente de alimentación -regulable- que debía estar a la misma potencia, ni más alta ni más baja, para no cargarme el equipo. Lástima no conservar fotos de la época porque mi padre llegó a tunearla un poco para hacer coincidir una muesca del dial de sintonización con una señal hecha en el 12 de los voltios (creo que era así) para que yo pudiese ajustarla por si acaso se movía de su posición actual. Llegué incluso a tener marcados con dos cintas de distintos tactos los cables y sus conexiones en la fuente, para no equivocarme y conectarlas al revés.
Esas medidas fueron apareciendo en el tiempo para quedarse, aún hoy en día. Y es que si no hay accesibilidad o no vemos las cosas, hay que buscarse la vida y ser ingenioso. Y de eso mi padre sabía un rato.
Y así aprendía yo, con el transceptor, para qué servía cada mando, cada agujero, que aquello era un PL o una conexión modular de micrófono…
Tiempo después el aparato cayó en desuso y murió. Intentamos recuperarlo un par de veces (me consta que el trabajo de grandes como EA5AGV, EA5VF, etc. así lo demuestra) pero terminamos por dejarlo por muerto y conservarlo como reliquia. Incluso adquirí, en uno de esos empeños por arreglarlo, otro modelo igual que vendían por Internet de algún coleccionista y que murió también al cabo de poco tiempo de usarse. Los dos encienden, eso sí. Se puede ver la apariencia en la foto adjunta. Recuerdo incluso un característico zumbido que el aparato emitía todo el tiempo y que variaba de tono muy levemente cuando cambiaba de frecuencia o confirmaba alguna memorización. Todo servía, cualquier información sonora que a propósito o no emitiese el equipo, era importante para mí. Y eso sigue siendo válido hoy en día. Ya hablaré de la importancia de los beeps en equipos más modernos.
Y bueno, además de escuchar, también llegué a realizar QSO’s con él, y con eso me quedo, a parte, claro está, de la gente que tanto tiempo escuché por primera vez y a algunos conocí, de la mano, casi siempre, de uno de mis otros padrinos radiofónicos, EB3AJE (luego EA3HAO), Joaquín, quien podría considerar mi primer interlocutor en un QSO en serio por aquellos lares no tan lejanos.

¿Quién dijo que los WebSDR no eran accesibles para radioaficionados ciegos?

Hay ocasiones en las que, bien porque no tenemos antenas, bien porque no podemos acceder a nuestros equipos, bien porque tenemos curiosidad o simplemente porque queremos monitorizar nuestra señal, acudimos a los WebSDR (ojo, no confundir con los equipos SDR o radios definidas por software).
Un WebSDR es un receptor de radio amateur definido por software que puede ser operado remotamente a través de Internet. Además, varios radioaficionados a la vez pueden utilizar un solo receptor WebSDR independientemente, sintonizando y escuchando cada uno una estación diferente.
La mayoría -creo que todos- usan la interface WebSDR desarrollada por Pieter-Tjerk de Boer, PA3FWM. Su sitio web incluye un directorio de las ubicaciones y direcciones URL de los servidores WebSDR activos, así como un recuento en tiempo real de los usuarios actuales de cada uno.
Pero, ¿pueden usarlos los radioaficionados ciegos o con problemas de visión?
¡Of course que sí!
La interfaz de usuario funciona bien con el software de ampliación, incluida la utilidad de ampliación de Windows, y los usuarios del lector de pantalla JAWS también podemos usar un WebSDR. Yo, por ejemplo, suelo acceder al de l’Associació ARDAM, instalado en Ordino, Andorra.  Pero hay otros como el de la Universidad de Twente en Holanda.
Cuando accedo (normalmente con Firefox por eso de la compatibilidad HTML5) uso la tecla TAB para acceder a los controles de sintonización, que incluyen un cuadro de entrada de frecuencia y botones de ajuste por etapas.
JAWS (probado con la versión 18) debería leer tanto los botones (para cambio de frecuencia, modo, ancho de banda, memorias) como los cuadros de verificación para cambio de bandas o filtros. También permiten reducir u ocultar el interfaz visual (cosa que recomiendo porque tampoco lo vamos a ver).
Con la tecla E podremos ir al cuadro de edición para introducir una frecuencia manualmente.
Para MAC, si se utiliza el navegador Safari, el lector de pantalla VoiceOver debería funciona bien con los WebSDR. Igualmente, las versiones móviles de los WebSDR son usables con VoiceOver en IOS, aunque en mi caso, probado con un iPhone SE, a veces es lento y tedioso navegar por los botones.
Así pues, ya tenemos otra opción usable y (más o menos) accesible para quitarnos el gusanillo cuando no tenemos otra opción o monitorizar si nuestra señal llega o no a diferentes puntos del planeta.

Libro de examen del radioaficionado

Mis andanzas con el examen de radioaficionado. De como en 2008 me convertí en EA3GZA.

Dice la resolución de 3 de junio de 2014, de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (actual Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital), que se debe realizar un examen de capacitación para operar estaciones de radioaficionado. En internet hay infinidad de páginas web, recursos, tests, archivos con preguntas para superar el examen y el modo de solicitarlo.
Creo que actualmente ha cambiado el modo de hacer las peticiones en algunas comunidades, pero cuando yo lo hice, en 2008, tenías que esperar a que saliera una convocatoria y presentarte en grupo.
Pero antes de todo esto, claro, estudiar. Justo había terminado la carrera y estaba en ese momento de frustración por no encontrar trabajo. Fue entonces cuando me decidí a sacarme el anhelado EA3 (Eco Alfa Tres); así empiezan los indicativos en España, junto con EB (Eco Bravo) y EC (Eco Charlie), que son las distintas clases.
Antaño, para sacarse el EA, era imprescindible pasar primero por EC o EB y estudiar telegrafía. Por aquél entonces, ya no. (Lo de no tener que estudiar telegrafía lo lamentaría años después).
Así que me puse a buscar recursos para estudiar las materias que entraban en el examen.
En la ONCE encontré unos libros en audio (en casete) de Aliaga Arque J. (EA3PI): Manual fácil del radioaficionado emisorista (Tomos I y II). Algunas cosas me sonaban de tantos años de escucha, otras me las había explicado mi padre (Código Q, Código Fonético…), pero había capítulos dedicados a la radioelectricidad, con dibujos y esquemas de electrones, neutrones… ¿Y los tipos de antena? ¿Cómo iba a entenderlos si no veía los dibujos? ¿Impedancias, reactancias? ¿En qué berenjenal me estaba metiendo?
Yo por entonces no sabía que desde ARMIC se ofrecía un apoyo integral al usuario, adaptado a cada caso, a sus conocimientos y necesidades, incluso con clases teóricas o prácticas o acompañándole al examen. ¡Y lo siguen haciendo a día de hoy!
Así que tras escucharme el libro varias veces, me enteré que, si te hacías socio de la URE, podías comprar un fantástico Libro de Examen de Radioaficionado. Por aquél entonces se me comentó que no existía (o no podían mandarme) una versión en PDF para leerla con mi ordenador. Así que compré el libro físico, lo destripé (como podéis ver en la foto) y lo escaneé.
(Hoy día se puede encontrar mucho material en Internet, pongo algunas URL’s al final de este texto. Puede que aún guarde el texto plano de aquél libro que escaneé para mi consumo propio).
Tras pasarle el OCR me empapé de lo que pude durante unas semanas y… ¡voilà!
Era sábado. Tras desayunar un bocadillo de tortilla de patatas que nos supo a gloria, allí estábamos mi señor padre y yo (no sé quién de los dos más nerviosos), en la Casa del Mar de Tarragona, donde nos esperaba alguien de la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones que me ayudaría a rellenar el examen (tipo test) y me lo haría de forma oral.
Pero, ¿y las preguntas donde salían dibujos, figuras, identificación de antenas? Bueno. Digamos que la persona que me ayudó fue bastante benevolente con dichas preguntas (no con las demás, que conste) y al final la cosa salió sin problemas. (Sht, ahora que no nos lee nadie, tuve suerte que mi padre estuviese presente en la misma sala esperándome). Fuera coñas. Al cabo de unos meses, me comunicaron que ya era poseedor de una licencia propia: Eco Alfa Tres Golf Zulú Alfa (EA3GZA). «G»on»ZA»lez. ¿Casualidad? Supongo que sí. Me costó acostumbrarme al indicativo de tres letras, después de tantos años escuchando el EB3TA de mi padre. ¡Por fin lo había conseguido! Sería ese el principio, sin prisa pero sin pausa, de una de mis aficiones favoritas por aquél entonces y que no dejaría de crecer con el paso de los años y con los descubrimientos venideros.

Enlaces relacionados:
https://www.ure.es/ure/2013-07-04-08-05-32.html
http://www.urvag.com/index.php/anexos/descarga-de-archivos/file/18-libro-de-examen-de-radioaficionado
https://es.scribd.com/doc/89754710/Temario-Simplificado-Del-Libro-de-Examen-de-Radio-Aficionado
http://www.fediea.org/examen/ejercicios/

Panorámica del cuarto de radio de EA3GZA durante el RDXC2017

El RDXC2017, mi primer concurso internacional en SSB. ¡Un estupendo desastre!

Tenía dudas. Miedos. Inseguridades. pero algún día tenía que ser el primero. Miré el calendario de concursos y me llamó la atención. Después me di cuenta que sí, que era de los guays. Me leí las bases y pensé que podría hacerlo en las categorías básicas: monooperador, SSB; potencia 100 watios, no asistido, todas las bandas. Cumplía los requisitos. ¡Bien! Me faltaba un programa para el ordenador que me permitiera llevar el control del concurso y apuntar los números enviados y los recibidos o las siglas intercambiadas. Probé el oficial. Nada. No se llevaba bien con mi lector de pantalla. Tampoco el AALog ni alguno más que no recuerdo. Finalmente, en la lista de correo de Active-Elements me recomendaron N1mm Logger+ y ¡bingo! Ya tenía el programa, mis 100 watios, mi antena de dipolo para todas las bandas, un finde libre, las ganas… Debo confesar que incluso estuve nervioso el viernes y el sábado a las nueve ya estaba probando el programa, configurando el CAT y revisando que ni mi lector ni mi línea Braille no hicieran de las suyas. ¡Todo listo! Un fin de semana por delante de buscar contactos, llamar CQ Contest, apuntar numeritos y disfrutar. Pero mi alegría se fue desinflando al puro de pasar las horas. Algunas bandas parecían cerradas. Otras (15 y 20) estaban muy limpias, yo oía muchas estaciones pero ¡a mi nadie me escuchaba! Por la tarde la cosa fue a peor, en 40M más ruido y el domingo por la mañana la cosa no mejoró demasiado. El resultado: 59 contactos en el log y un pequeño disgusto. Pero un disgusto estupendo. Bien pensado, debería preguntarme: ¿Dónde vas Golf Zulú Alfa? Mis instalaciones son, a día de hoy, más que modestas. Un dipolo wl8010 en un mástil y un IC-7000 con 100 watios y un acoplador. Vale, que la propagación está muy chunga, pero supongo que algo falló en mi estación -creo- este fin de semana. Yo pensaba -y aún lo pienso- que con 100 watios bien aprovechados se pueden hacer cosas muy bonitas. (Y no estaré tan equivocado cuando he tenido muy buenos ratos en QRP con 5 watios). Pero las condiciones no eran tal vez las adecuadas. Almenos, me sirvió para varias cosas: por un lado, para encontrar un software accesible para gestión de concursos y poder testearlo. Por otro, para familiarizarme con los tiempos, las maneras de llamar, los ritmos. Y es que nadie nace aprendido. Cabe decir que, como debe ser por respeto y deportividad, aunque no he llegado ni al diploma de participación, he subido el LOG a la web del concurso para que sus organizadores puedan comprobar mis seriales y pueda así beneficiar a mis colegas participantes que tuvieron a bien darme un 59 y un numerito, apretando la oreja y haciéndome repetir hasta la saciedad. (¿»Zulú Alfa Again»?) Y eso, queridos lectores, no me entristece ni cesa mi voluntad de seguir adelante. Cuando por fin encuentre alguna empresilla o grupete de colegas que me ayude (por razones obvias yo no puedo) a montar torres y antenas dignas (no quiero nada extraordinario, pero sí algo mejor), !todo mejorará! ¡Gracias a los colegas EA3GHZ y EA3RKR por sus consejos!  Una foto que acredita lo que os cuento (aunque ya sabéis que no soy de los que piensan que una imagen vale más que mil palabras, jejeje).

Panorámica del cuarto de radio de EA3GZA durante el RDXC2017