Primeras impresiones en accesibilidad del TS480SAT con VGS-1

Hace algunos días ha llegado a mi cuarto de radio un TS480SAT prácticamente nuevo y con el chip VGS-1 instalado, que, recordemos, proporciona una síntesis de voz muy útil para las personas ciegas.
Por cierto, que el VGS-1 también permite grabar 3 mensajes de voz y CW junto con la capacidad de almacenar continuamente los últimos 30 segundos de audio RX.
Mis primeras impresiones fueron las de encontrarme ante una radio muy táctil, con controles diferenciados y muy diferentes a las de mi IC7000.
Para empezar, el panel frontal está separado del cuerpo del transmisor y se monta sobre un pequeño soporte de metal que le da un ángulo cómodo para trabajar, conectándose este a la parte frontal del equipo mediante un cable.
Como decía, el panel frontal es muy táctil, y el diseño me recordó en algunos aspectos al del gran (por su tamaño, solamente) TS2000.
El TS480SAT, lleva un acoplador interno que sintoniza sin problemas mis dipolos, reproduciendo en CW el mensaje «SWR» cuando no es capaz de hacerlo (en las bandas WARC, por ejemplo) debido a mi sistema de antenas.
El chip de voz VGS-1 está literalmente por encima de cualquier otro chip de voz que he usado, como puedan ser el VS-3 o el incorporado en modelos de Icom.
Lo mejor, creo yo, es configurar el botón de función programable para que el chip lea la intensidad de la señal (S9 por ejemplo) y presionar Enter dos veces para que nos lea la frecuencia actual en uso.
El modo lo indicará con mensajes en CW (LSB, USB, CW, FM, etc.)

La frecuencia se puede introducir directamente con el teclado, y cada número se pronuncia a medida que se pulsa.

Las funciones comunes, como el ajuste de potencia, son totalmente accesibles y leídas. Por ejemplo, presionando el número 4, el equipo nos dirá «tx power» y el valor de la potencia en vátios.

Esto es aplicable a la ganancia del micrófono (con la tecla 5), la velocidad del manipulador interno incorporado (con la tecla 6), u otros parámetros como el nivel del compresor, el retardo, la ganancia del VOX y mucho más. Absolutamente genial.
Para saber si las opciones están activadas o no, el equipo lo indica con diferentes sonidos, normalmente dos tonos diferentes de beep, como ya comenté en un artículo a parte.

Sin embargo, no hay mandos dedicados para ajustar la ganancia de RF o los filtros de paso de banda, que  no tienen botones específicos. En cambio, se debe presionar un botón para activar la función y girar el mando de sintonía o el control multi para ajustar el nivel.
En el caso de los filtros de paso de banda, el VGS-1 nos pronunciará incluso las frecuencias de corte alto y bajo si pulsamos el botón correspondiente. La agrupación de los botones me gusta también, más o menos organizado según los parámetros a los que deseémos acceder.

El sistema de menú, donde en otros equipos tenía problemas, es accesible aquí y gracias al chip conoceremos el número del ítem y el parámetro asociado.
Hasta que no nos conozcamos de memoria los menús, he necesitado ir tirando de manual para saber a qué menú corresponde cada número, cuál es el menú 40 o qué modifico si toco el menú 61. De la accesibilidad de los manuales hablaremos en artículos aparte, porque a veces tienes que echarle mucha imaginación para saber a qué o a cuál tecla se refieren. Pongo un ejemplo del tema de los menús: la función de ecualizador de TX predeterminada se expresa como 19, OFF. Por lo tanto, deberemos saber que el menú 19 es el que se refiere al ecualizador TX. El equipo nos hablará cuando cambiemos los parámetros dentro de la opción de menú. Por lo tanto, al usar los botones para cambiar de banda hacia arriba y hacia abajo, seleccionaremos ‘Desactivado’, ‘HB1’, ‘HB2’, etc., u otras opciones dependiendo de las disponibles en cada ítem del menú.

El chip también lee los canales de memoria, tanto el número de canal como la frecuencia almacenada. Lo mismo ocurre con las memorias rápidas.

Si queremos operar en Split (una faena con otros equipos), el TS480SAT nos dirá  si está activada y si el equipo se encuentra en el VFO A o en el B.

Manías que tiene uno, siempre suelo configurar el control multicanal para que se mueva en pasos de 1kh cuando haga un click, dejando el mando central para una sintonía más fina. Incluso al ajustar el paso, el equipo me leía los incrementos.

En términos de accesibilidad y usabilidad, el TS480 es extraordinario, comparándolo con otros equipos que he tenido o he probado. No voy a analizar criterios de recepción, sonido, etc, porque aún me estoy haciendo a ellos y no puedo juzgar, pero en cuestiones de accesibilidad y usabilidad, repito, es un buen aliado. Ya lo he conectado también al PC y sin problemas uso las funciones de CAT para terminar de controlar el equipo, e incluso el programa arcp480 es super accesible para configurar y toquetear las opciones del equipo desde el ordenador, hacer copias de seguridad, etc. El uso en remoto desde otro ordenador también es accesible usando los softwares de Kenwood, aunque no me gusta hacer remotos así. Mi intención es adquirir un Remoterig y llevarme conmigo el cabezal para hacer remotos como si tuviera delante el equipo. ¡Espero que Remoterig sea capaz de transmitir también los mensajes hablados del VGS-1!
Me queda pendiente hacer un vídeo para que veáis su uso y actualizarle el firmware, para lo cuál es necesario abrirle la tapa superior y mover un switch, a ver si lo localizo o necesito unos ojillos para apañarme.
Seguiremos cacharreando…

 

(Gracias a Kelvin Mars, M0AID, de Active-Elements, por la información y el artículo que inspira este)

Captura de pantalla de DigiPan.

Accessible Digipan: una forma de hacer PSK-31 para los operadores ciegos

 

Vaya por delante que nunca me han llamado los modos digitales. Conozco de oídas que algunos colegas ciegos practican sin problemas el RTTY. Hoy me he topado por casualidad con este proyecto que paso a detallaros, a falta de haberlo probado todavía.

Parece que DigiPan es la primera aplicación de radio amateur con un waterfall en pantalla panorámica para modos digitales. Desarrollado por Skip Teller, KH6TY. Recientemente, Jim Snowbarger, WA0PSS, y Richard B. McDonald, KK6MRH, han desarrollado unos scripts para el lector de pantallas JAWS a fin y efecto de hacer que DigiPan sea accesible para los operadores con problemas de visión. Los scripts proporcionan salida hablada del texto recibido en PSK-31 que se muestra en el programa recibido por el módem de DigiPan.
Accessible DigiPan es gratuito, pero aceptan donaciones vía GoFundMe para seguir desarrollando este tipo de tecnologías.
El material descargable incluye un instalador para Windows (.exe), los scripts de JAWS, guías escritas (en inglés) y tutoriales de audio.
La aplicación requiere que tengamos instalada una versión del programa lector de pantallas JAWS.
Con Digipan accesible podemos leer el texto también en Braille, mediante una línea Braille conectada a nuestro PC.
Prometo probarlo y actualizar el artículo con información práctica, a ver si consigo hacer algún contacto en PSK31, ni que sea por curiosidad y por saber que se puede.

Toda la información, incluidas las instrucciones de descarga, las podréis encontrar en el sitio de DigiPan Accesible:
http://accessibledigipan.org/

(Info via HamRadioAndVision y Peter DeNeef, AE7PD)

Imagen de catálogo del ICom IC-7000

El pequeño (pero matón) Icom IC-7000. Revisión de Accesibilidad

(Nota: partes de este artículo se basan en el texto de la review de accesibilidad del transceptor IC-7000 de Kelvin
Mars M0AID publicada en Active-Elements. Se han usado con el PERMISO EXPRESO CONCEDIDO por su autor original).

Había llegado la hora de dar el salto. Y vaya si fue un salto. Un salto mortal con pirueta y todo. ¡Quería la HF!
A la hora de escribir este artículo estoy (estamos) en proceso de mejorar las instalaciones, que ahora son  modestas, o básicas, como se quiera decir. Ya hablaré de mi cuarto de radio y como ha llegado a ser lo que es, y lo  que espero que sea en un futuro.
Resumiendo, hace 3 años, mi padre (EB3TA) y el amigo EA3EVR se pusieron manos a la obra para instalar un dipolo multibanda Diamond WL-8010, una antena bibanda para V y U Diamond X-50 y un equipo Icom IC-7000 (con el acoplador LDG-IT100). ¿Bien para un principiante, no? Pero bueno, que yo no he venido a hablar de mí, sino de mis experiencias con este pequeño amiguito que, aunque al principio nos dio algunos quebraderos de cabeza (problemas con la potencia de emisión que se arreglaron mandándolo al SAT) y aún me los sigue dando con su fantástico sistema de menús, digamos que he aprendido a quererlo como mi primer todo modo, que mis satisfacciones me ha dado.
Lo primero que me llamó la atención es el reducido tamaño de la radio. Este pequeño ofrece una cobertura TX de 160  a 70 cm en las bandas autorizadas, capacidad multimodo en todas las bandas y 100 vatios de potencia de salida.
Imagen de catálogo del micrófonoAunque a continuación describiré algunos botones de la radio, fijémonos antes en el micrófono: y es que el teclado  incorporado será uno de nuestros mejores aliados si somos operadores ciegos. Esto nos permite acceder a algunas  funciones interesantes y, sobretodo, nos facilita la vida al poder ingresar una frecuencia concreta.
El IC-7000 viene con un panel frontal desmontable donde se conectan el micrófono (con una clavija rj45) y los  auriculares (mini-jack de 3,5mm).
La radio no tiene acoplador interno y los diversos botones de sintonización en el panel frontal y el micrófono requieren una unidad de sintonización externa adecuada. En mi caso lo acompaño del acoplador LDG-IT100, muy  sencillo de usar pues solo posee un único botón. Acoplar en una frecuencia es tan sencillo como pulsar el botón  correspondiente en el equipo (el tercero de la primera fila de botones después de los controles de volumen y paso  de banda) o el botón central (y único) de la cajita del acoplador. El LDG lleva un sistema de luces que indica si  está acoplado, si está desactivado o si no puede acoplar por alguna razón. Para mi es sencillo saber si está  acoplado o no siguiendo el sonido, pero de esto ya hablaremos en otra entrada dedicada a la pequeña cajita  cuadrada.
Volvamos al IC-7000:
Tiene dos zócalos de antena SO239 (vamos, PL de toda la vida) en la parte trasera de la radio, uno para HF (el de la izquierda) y otro para VHF / UHF. Detrás también existen entradas para el cable que va a la fuente (recuerdo el truco de marcar los terminales positivo y negativo para no confundirnos), otra entrada RJ45 para un micrófono externo, el conector para el acoplador (es fácil de identificar porque sobresale en horizontal y tiene varios pines positivos), tres mini-jacks para altavoces e interface CAT y un jack de 6,3MM a la derecha para el manipulador de CW.

Trasera IC-7000
Observando el equipo (con las manos, claro), notamos que los botones en el panel frontal del IC-7000 son muy lisos y se encuentran casi a ras de la superficie del display. Algunos (los de la parte superior) refieren un tacto algo distinto en su parte superior.
Es cierto que cuando llevas varios días usando el equipo te acostumbras, pero es fácil presionar involuntariamente el botón equivocado en primeras instancias.
En la parte baja del display se encuentran los botones f1 a f4. De poco nos servirá usarlos, puesto que el sistema  de beeps o pitidos de Icom no nos proporciona información acerca de si el control está activado o desactivado (el  pitido es igual para ambas opciones) y no sabemos en ningún momento en qué menú o pantalla nos encontramos y, por lo  tanto, cuál o qué función desempeñará la pulsación de uno de esos botones.
En contrapartida, Icom ha equipado el IC-7000 con un sintetizador de voz de serie.
Al presionar el botón de lectura (es fácil de localizar arriba y a la izquierda del gran dial de sintonización), el  equipo nos dirá en voz alta la intensidad, frecuencia y modo de la señal recibida. (Por ejemplo: S9+20 7. 0 9 0  MHZ, LSB)
El botón de modo (primera tecla arriba de la parte derecha de la pantalla) también se puede configurar para que el  equipo anuncie automáticamente el modo seleccionado, aunque normalmente se puede deducir por el sonido blanco. La activación de esta opción no es accesible y debe hacerse mediante un sistema de menú.
Con esta síntesis  de voz limitada, la verdad, el operador ciego depende de otras señales de audio de las que el IC-7000 carece casi en su totalidad, y necesitaríamos controles dedicados para las funciones de uso frecuente. Apunto aquí que el equipo sí que emite un beep grave cuando nos salimos de las frecuencias autorizadas para transmitir en cada banda, por arriba o por abajo. Sabremos que estamos fuera de la banda, bien porque nos sabemos de memoria los rangos o bien porque el equipo no emitirá ningún clic al transmitir.
Con una radio de este tamaño, la adición de un teclado en el micrófono, incorporado en el que trae de fábrica, el HM-151, se vuelve, como decíamos, esencial.
Utilizando sólo el panel frontal, puedo controlar sin problemas el volumen de audio, y el Squelch y la ganancia de RF. Ambos están en un dial compartido, arriba a la izquierda de la parte frontal del equipo.
Puedo también cambiar el filtro de paso de banda de recepción con dos diales superpuestos (parte baja e izquierda de la pantalla, debajo del volumen y RF), pero los mismos controles también se usan en algunas instancias para ajustar el RIT o la selección de los canales de memoria. Una tecla más pequeña y diferenciable, situada en medio de estos botones, nos permitirá encender y apagar la radio si la presionamos un segundo. Oiremos un clic seguido de un pitido corto para saber que la radio está encendida. Otros botones dedicados del panel frontal me permiten seleccionar el modo y utilizar el pre-amplificador, atenuador, el noise Blanker, la reducción de ruido y el filtro DSP. Si sostenemos pulsados estos botones, podemos ajustar algunos parámetros con la perilla de sintonización (un gran mando a la derecha de la pantalla) pero tenemos que hacerlo de oído, pues el equipo no nos indica en voz alta el estado de cada opción.
Los controles del panel frontal también permiten activar el chip de voz y el bloqueo de frecuencia, así como  cambiar entre las distintas bandas. Para esto último usaremos dos botones dedicados, ubicados en la parte derecha superior y derecha inferior del panel frontal.
Como dije anteriormente, el IC-7000 viene equipado con un teclado en el micrófono.
Esto duplica de manera útil algunos de los controles del panel frontal, como la salida de voz y el modo, pero principalmente nos sirve para tener en la mano controles adicionales. De gran importancia es la inclusión de un teclado numérico, ya que podremos marcar una frecuencia directamente para ubicar el equipo en ella.
Por ejemplo, pulsaremos la tecla ENTER que hay más a la derecha del micrófono, marcaremos 0 7. 0 9 0 y enter, para que la emisora se sitúe en 7.090MHZ.
En el micro, además de para llamar a la síntesis de voz, el modo y el teclado numérico, hay botones para alternar  los filtros IF, sintonizar el acoplador externo y operar los canales de memoria.
Dos botones, fáciles de localizar puesto que son diferentes y su forma recuerda a las típicas flechas arriba y  abajo además de estar un poco sobresalidos, sirven para subir y bajar las frecuencias en pasos de 50hz, o en pasos  de 1 KHz si la sintonización rápida está activada.
El micrófono también cuenta con dos botones programables. En su estado predeterminado, son Quick Memory Write y Quick Memory Recall. Estas funciones sencillas son los únicos parámetros de memoria que nos serán de utilidad, más o menos, para un operador ciego.
Los canales de memoria estándar no son accesibles puesto que no podemos saber en qué canal nos encontramos ni si realmente estamos o no navegando por ellos.
Con una radio moderna de este tamaño y complejidad, es inevitable que muchas de las características más avanzadas tengan que ser configuradas mediante un sistema de menús. Lamentablemente, Icom no ha pensado en incorporar accesibilidad para este cometido.
En el caso del IC-7000, las limitaciones del chip de voz hacen imprescindible la ayuda de unos ojitos funcionales,  sobre todo las primeras veces que configuramos el equipo a nuestro gusto.
Decíamos que el menú no es nada accesible puesto que no ofrece ninguna respuesta de audio de ningún tipo. Llegados a este punto, tenemos problemas serios y preocupantes. Por ejemplo: para ajustar la potencia de salida del equipo es necesario el uso de un menú al que no podemos acceder. He intentado memorizar pasos y combinaciones de teclas para llegar a dicho menú, pero depende de la posición en la que esté el equipo cuando empecemos con la combinación, que no siempre nos llevará al lugar deseado, he llegado, a veces, a cambiar otros parámetros importantes del equipo de forma accidental.
Para cambiar la potencia de salida, pulsaríamos momentáneamente el control de volumen (si, los controles además son ‘pulsables’) hasta escuchar un breve pitido. Pulsamos ahora la tecla de función 1. Esto resalta en la pantalla la última opción de la lista de menús, por lo que si mantenemos presionado F1 durante un rato, el cursor debería volver al primer ítem del menú. ¿Pero cómo sabemos que realmente hemos accedido al menú si el equipo no nos lo indica?
Bueno, fiémonos de que la opción Power esté seleccionada.
En este punto, no hay ninguna señal de audio que nos indique el nivel de potencia actual.
Giraríamos ahora el dial del VFO, cosa que hará aumentar la potencia en aproximadamente un 25%. Dos vueltas en sentido horario darán plena potencia al equipo, unos 100 vatios. Para finalizar y volver a la operación normal,  pulsaríamos momentáneamente el control AF dos veces, emitiendo un breve pitido, seguido de un pitido más largo.
Pero alerta. Si nos equivocamos en la combinación o por lo que sea el equipo se desvía y nos lleva a otro menú,  podríamos estar modificando otros parámetros importantes o inutilizando momentáneamente la radio hasta tener que reiniciarla (botones de cambio de bandas a la vez + power con el equipo apagado).
Veamos otra opción que tampoco es usable a primeras: la función Split.
En su estado predeterminado, Split sólo se puede invocar a través de un menú que… ¡Premio, es inaccesible! Si bien es posible asignar comandos Split a los dos botones programables del micrófono, haciendo esto perderíamos entonces las opciones preconfiguradas de memoria rápida. Para asignar dichas funciones, nos hallamos de nuevo ante la necesidad imperiosa de usar un menú inaccesible.
En definitiva. En su funcionamiento básico, el IC-7000 puede ser usado por un operador ciego, en parte gracias al  teclado en el micrófono. Pero encontramos dificultades serias a la hora de cambiar funciones esenciales como la  potencia o la función Split, por poner algún ejemplo.
Tampoco sería accesible, en VHF o UHF, cambiar el DUP a + o – para acceder a los repetidores ni mucho menos acceder a los menús que controlan los subtonos.
Otros controles comúnmente utilizados, como RIT, el acceso al compresor, la ganancia de micrófono o el  AGC,  también requieren el uso del menú y no tienen teclas dedicadas. En mi caso, para configurar el manipulador de palas, tuvieron que ayudarme para activar el breaking, decirle al equipo qué tipo de pala usar y configurar la velocidad del keyer, cosa que no puedo cambiar por mí mismo.
Además, si por alguna razón reinicio el equipo, todas estas configuraciones se van al traste.
Desafortunadamente, coincido en destacar que no hay suficientes controles dedicados que permitan a una persona ciega usar de manera autónoma el IC-7000.
Aunque lleguemos a localizar bien los botones, algunos, como los de función, no siempre tienen la misma función (valga la redundancia) asignada y, por lo tanto, tenemos el botón pero no sabemos qué hará cuando lo pulsemos, que acción activará o que opción desactivará. Además, el manual de usuario (que tuve que buscar en PDF por Internet y pasarle un OCR) no ayuda mucho puesto que muchas de las instrucciones están en gráfico y no puedo leerlas con claridad.
Mejor panorama se les presenta a las personas con baja visión, y es que el equipo permite añadir una pantalla de televisión o monitor a través de su salida de vídeo cosa que facilitará con creces la  visualización del interfaz.

Imagen de catálogo del frontal del ICom IC-7000La verdad es que, al ser el único equipo con capacidad HF que poseo por el momento, he tenido que acostumbrarme a todas estas adversidades. Las salvo, como explicaré en otro artículo, controlando muchos parámetros del equipo mediante software, conectándolo al ordenador con la interface CAT del equipo. Todo lo que he hecho en HF, ha sido con este equipo y es fundamentalmente con lo que trabajo, dejando la parte V y UHF para mi Kenwood TM-V7E, del que ya hablé.
En siguientes artículos trataré de explicar cómo le saco más jugo a este equipo usando algunos programas que me facilitan la vida. Incluso he pensado en adquirir un nuevo aparatito llamado Hampod que promete añadir características de accesibilidad y usabilidad al equipo mediante un sistema alternativo de teclas y menús hablados sin necesidad de un PC. Al parecer, este pequeño amigo sirve también para otros menesteres y es compatible con otros equipos, medidores e incluso con algún rotor de antena. Será cuestión de echarle un ojo, ¿no?

Frontal y micro de Kenwood TM-V7E

Evaluación de accesibilidad del Kenwood TM-V7E

(Traducción libre y ampliada con mis experiencias del artículo de Kelvin Marsh M0AID en Active-Elements.org).

 

Me regalaron (el día de Reyes de algún día a principios de los 2000) un flamante Kenwood TM-V7E, un transceptor VHF y UHF móvil de FM. Por lo que he leído e intercambiado, es uno de los equipos más usados en bandas altas por personas ciegas y se acepta como uno de los más accesibles.

Kenwood TM-V7E montada en cocheAhora mismo la llevo en el coche (de mi pareja, yo no conduzco por seguridad ciudadana), aunque ocupó muchos años el despacho donde me sentaba a escuchar y escuchar, como ya conté en otro artículo.

Con ella descubrí los subtonos, la banda de 70CM, los DCS, los equipos con doble receptor, etc.

La radio tiene un zócalo de antena tipo N, tomas TNC y soporta dos altavoces externos, uno para cada VFO.  Transmite en 2m y 70cm y tiene tres niveles de potencia: bajo de 5 vatios, medio de 10 vatios, y alto de 50 vatios en VHF y 35 en UHF.

No hay ningún teclado numérico en el panel frontal y el micrófono tampoco dispone de teclado numérico.

Al parecer, la TM-V71E sí lleva teclado numérico en el micrófono, cosa que seguramente ayudará a la introducción de frecuencias directas.

Aunque se le debe hacer una pequeña modificación (no la hice yo, no es accesible) al equipo, éste puede trabajar fuera de las bandas de aficionados en los modos FM y AM y usarse como repetidor de banda cruzada.

 Kenwood TM-V7E

Los controles del panel frontal (que además es extraíble) están muy bien definidos, y los botones son de plástico duro que facilitan su ubicación, localización y distinción.

El display se diferencia al tacto y a cada lado hay una fila vertical de tres botones: CALL (diferente a los demás) VFO y MR a la izquierda y POWER (diferente a los demás) PM y MENU a la derecha.

Hay un pequeño botón de sintonización en la parte inferior izquierda del panel de control, que hace clic mientras se sintoniza, cada vez que cambia un paso de frecuencia (configurable a cuantos KHZ).

Este mando también se utiliza para seleccionar canales de memoria y desplazarse por el menú. Además, el pequeño dial tiene una función de pulsador que sirve para cambiar los pasos a MHZ, entre otras cosas.

Cuatro botoncitos que sobresalen como pequeños puntitos cubren la parte central del equipo y debajo del display: la primera es la tecla de función (puede pulsarse seguida de otra tecla o mantenerse pulsada para otras opciones), la tecla de tono, la tecla de reverse y un último botón para configurar la potencia en alta, media o baja. Cuando seleccionemos la potencia alta, el equipo emitirá un beep más grave del que emite para las otras dos posiciones. Como los pitidos para media y baja son iguales, deberemos contar a partir del beep más grave (alta) y así saber en qué rango de potencia estamos.

En la parte inferior derecha hay dos controles de Volumen y Squelch, independientes para cada uno de los dos VFO, el A y el B.

Estos botones también se pueden presionar para llevar a cabo funciones adicionales como por ejemplo leer las frecuencias en voz alta (siempre que se disponga del módulo VS-3 instalado). En el medio de los dos controles hay un pequeño botón que nos indica el VFO activo de operación (no el de transmisión) con un pitido más agudo para el VFO A y otro más grave para el B.

A la izquierda del todo de la parte frontal del equipo se halla el agujero para el TNC (que nunca he usado) y a la derecha la clavija RJ45 para el micrófono. El que trae de fábrica solo incluye cuatro teclas: Call (diferenciada con un punto), MR, VFO y otra para cambio entre bandas.

De la parte trasera solo mencionaré las dos tomas mini-jack de 3,5MM separadas para VFO A y B, el cable para conectarlo a la fuente de alimentación (he tenido que marcar los terminales con un trozo de cinta aislante para saber cuál es el rojo y cuál el negro y no equivocarme con la polaridad) y la toma de antena ‘N’ a la derecha del todo.

Trasera Kenwood TM-V7E

Cuando me lo regalaron, el TM-V7E ya llevaba instalado el Chip VS-3: una pequeña tarjeta que provee al equipo de la función de lectura de las frecuencias y modos mediante una síntesis de voz.

En cambio, el TM-V71E se equiparía con la guía de voz opcional VGS-1, que amplía y mucho la accesibilidad del equipo, dando acceso mediante voz a la mayoría de pulsaciones de botón e incluso a parte de los menús.

El VS-3 del TM-V7E sólo lee las frecuencias (en inglés y japonés), el número de canales en memoria y la frecuencia asignada, las pulsaciones de los botones CALL, MR y PM… ¡pero no lee nada del menú!

Como decía, las Memorias sí se verbalizan, lo que da acceso a poder almacenar frecuencias y programaciones de repetidor con subtonos, etc. Insisto, el TM-V7E no permite navegar con el sistema de voz a través del menú, cosa que si permite el TM-V71E, ni nos leerá tampoco otros parámetros como por ejemplo la señal de recepción.

Al entrar en el menú, solo oiremos «MENIU» pero nada más, unos pitidos al cambiar por las opciones de menú y otros pitidos que no nos indican demasiado bien si una función está activada o no.

La tecla de tono, la segunda de las pequeñitas empezando por la izquierda, cambia entre diferentes opciones relacionadas con el subtono y el silenciador del subtono.

Estas funciones no se hablan y sabremos que estamos en alguna de ellas porque oiremos un pitido agudo, u otro pitido más grave cuando volvamos a la posición «todo apagado». Tecla Función seguida de Tecla TONE nos llevarían a un ciclo similar pero con las funciones de DCS.

Cuidado con esto porque en las posiciones CTCSS y DCS, la radio enmudece, ya que sólo se oirán las señales con la codificación adecuada, cosa que me ha dado más de un quebradero de cabeza.

Tampoco se pronuncian, cuando se quieren elegir, los tonos CTCS, por ejemplo (sí lo hace la TM-V71E). Para configurarlos, presionaríamos el botón TONE hasta oír el pitido grave -posición Off-, presionaríamos una o dos veces más TONE (según la opción deseada) y luego mantendríamos pulsada la tecla función, seguida de la tecla TONE, lo que nos devolverá un pitido con otro tono (la importancia de los tonos en los pitidos).

Aquí, usaríamos la perilla de sintonización para seleccionar el subtono deseado y presionaríamos el botón TONE para confirmar. Pero, ¿qué tono estamos seleccionando? ¡No lo sabemos!, porque el pequeño sintetizador VS-3 no nos lo lee.

La tercera tecla de este grupo, REV, sirve para cambiar las frecuencias de entrada y salida, acompañado por un pitido alto (entrada) y bajo (salida). Deberemos pulsar la tecla del control de volumen del VFO que estemos usando para saber en qué frecuencia nos encontramos en cada momento, pues el equipo no lo lee automáticamente.

Presionando la función seguido de REV cambiaríamos los ajustes de desplazamiento entre Off (pitido grave), menos y más (pitido medio). También aquí ayudan los pitidos.

En España, las salidas de repetidor de 2m están en el rango de frecuencia 145.600 a 145.800.

Al pasar por alguna de estas frecuencias (sólo en 2m), el equipo entra automáticamente en modo repetidor, ajustando el offset correcto para la transmisión.

Decíamos que los canales de memoria son totalmente accesibles. Se hablan los números de canal y se anuncia su estado. Se les puede asignar nombres, pero el equipo no los lee, ni es posible hacerlo de manera autónoma y accesible.

Por cierto, la radio tiene 4 estados programables de la memoria.  Esto permite a un solo usuario configurar el transceptor para varios tipos de funcionamiento o para su uso en diferentes ubicaciones. También significa que varios usuarios diferentes pueden adaptar las funciones a su preferencia particular y almacenar la configuración individual. Este sistema es usable pero cuidado con no cambiar de modo sin querer.

Frontal de Kenwood TM-V7E

En resumen: el Kenwood TM-V7E es bastante usable (más que accesible, diría yo) y con pequeños trucos puedes llegar a manejarlo bastante. Para las operaciones de menú (ver manual) es precisa ayuda externa, pero son opciones que no deberemos, en un principio, cambiar a menudo. He probado con contar los pasos por el menú (del 1 al 17) pero el menú no siempre me devuelve a la posición 1 y si no recuerdo la posición en la que me he quedado la última vez he llegado a cambiar parámetros y tener que reiniciar el equipo para arreglarlo.

Al parecer, la accesibilidad mejora con creces si hablamos del TM-V71E, con muchas más funciones (comparando otra vez el chip VS-3 con el VGS-1).

Aun así, el TM-V7E tiene muchas áreas donde el operador ciego deberá inferir la información, en lugar de saberla con exactitud. Sinceramente es un equipito que me encanta y tras tantos años no me resulta difícil usarlo, pero es cierto también que lo hago con muchos trucos, valiéndome de sus pitidos, tonos y reiniciando a los valores de fábrica a la mínima de cambio cuando hago algo raro y no tengo unos ojitos prestados que me ayuden a arreglarlo.

Estación con manipulador CW

El día que me animé a aprender CW en serio gracias al cursillo de @EA2CW y #EA7HYD

Seguro que mucho se ha debatido acerca del porqué se dejó de pedir un aprendizaje básico del CW (Morse, telegrafía…) como condición para aprobar el examen de radioaficionado.
En mi caso, sinceramente, hubiese preferido hacerlo entonces y quitármelo de encima. Sabía que me costaría mucho ponerme a estudiar CW después. Aunque me daba curiosidad, carecía de la constancia y de la fuerza de voluntad para aprender. Me metía en LCWO.net (artículo aparte para hablar de su accesibilidad), aprendía varias letras pero luego lo dejaba. No tenía método, ni rutina.
Pero todo lo bueno de esta vida suele llegar sin buscarlo. Un día leí en internet una web en la que se hablaba de un cursillo de CW, online, vía Skype, con unos horarios, más gente… Perfecto para mis problemas de constancia y rutina, al menos tendría la excusa y la obligación por respeto a los demás. Pero claro, ¿cómo sería el cursillo? ¿Qué programas usarían? ¿Serían accesibles? Contacté con su responsable, EA2CW, quien seguro que recibió mi correo entre sorprendido y curioso. En nuestro segundo intercambio de mensajes, aclarado el hecho de que yo podía usar Skype, la web de LCWO, Google Drive y otros recursos informáticos con normalidad, se disiparon las dudas.
Voy a ser breve en la entrada porque tampoco es plan de colgar aquí el material del curso. En internet hay infinidad de recursos pero hay que saber escogerlos y cribarlos.
Yo os puedo contar que, en poco menos de tres meses, he aprendido todas las letras del alfabeto (no contéis puntos y rayas, aprendeos el sonido) siguiendo el método Koch; he cogido el hábito de empezar a escuchar, escuchar y escuchar, uno de los consejos más repetidos; he conseguido aprenderme el esquema de un QSO típico; y todo esto a una velocidad aceptable. He interiorizado, también, abreviaciones y prosignos (ni idea de lo que eran antes de empezar el curso).
No, a la hora de escribir este post aún no he realizado mi primer QSO en CW. Tengo la teoría, pero me falta la práctica. He empezado a escuchar las bandas, interiorizando el esquema del QSO, entendiendo ya muchas conversaciones a más de 15PPM. Pero ahora estoy en la fase de trasladar todo esto a mi mano, al pequeño manipulador que adquirí al amigo Andrés (EA3PP). Y así lo seguiré haciendo (válgame Dios que sin la misma rutina ni constancia que en el curso) hasta conseguir una “buena caligrafía al manipular» para salir al aire con dignidad.
Me llevo del cursillo un montonazo de consejos, trucos, nombres de programas, aplicaciones móviles, recursos en internet, buenos comportamientos… ¡Y será cuestión de ponerlos en práctica!
Sólo me queda agradecer a EA2CW y EA7HYD, los artífices de todo este tinglado, por su paciencia y dedicación y a mis compañeros de cursillo. El mejor premio para todos será, algún día, hacer un QSO real con ellos, sin duda.

TX FER READ =
73 ES GL DE EA3GZA
= TU E E E

Imagen de catálogo del Kenwood TS-2000

Reseña de accesibilidad del Kenwood TS-2000

(Nota: este artículo se basa en una traducción libre de la review de accesibilidad del equipo en cuestión, Publicada por Kelvin Marsh M0AID en la web Active-Elements.org realizada con el permiso expreso del autor por EA3GZA con sus impresiones).

El Kenwood TS-2000 ha sido, durante mucho tiempo, el equipo mejor considerado (y recomendado) por los
radioaficionados ciegos o con baja visión. Seguramente eso se debe a sus numerosos botones y teclas directas (sin necesidad de pasar por menús para realizar acciones concretas), su ergonomía y su sistema de pitidos o síntesis de voz (para esto último debe instalársele el módulo VS-3, que nos leerá en voz alta algunos parámetros, aunque cabe decir que este chip ha sido mejorado en su versión VGS-1 en Kenwoods más nuevos).
Os cuento que yo ya no dispongo de este equipo. De hecho nunca tuve uno. Conviví con él un tiempo (prestado por un colega) y luego tuve que devolverlo.
Bien. El transceptor cubre HF, 6M, y 2M con un máximo de 100 vatios, y usa 50 vatios para 70CM. Incluso se puede extender opcionalmente para transmitir en 23CM con un módulo adicional y dispone de un acoplador automático interna para HF. La radio tiene un receptor secundario para VHF y UHF.
Lo primero que me impresionó es su panel delantero. Tiene muchos botones de goma y controles giratorios que se diferencian entre sí y se localizan fácilmente.
El panel trasero tiene distintas tomas de antena, SO-239s para HF y 6M, 2M, y un conector tipo N para 70CM.
Como he mencionado, la radio tiene un número extenso de botones y perillas, con el dial de sintonización principal en el centro. A la izquierda de dicho dial, en la esquina superior izquierda, hay un bloque de 8 botones: se usan para llamar al sistema de voz (el botón que es redondito), encendido/apagado del equipo, conectar o desconectar el atenuador, el preamplificador, el VOX, el procesador, pasar de transmisión a recepción y usar por el acoplador interno (ATU).
Debajo de esto están los jacks del auricular y del micrófono y tres botones redondos muy pequeños, que se usan para poner en marcha distintos filtros.
La pantalla LCD ocupa la parte superior del panel.
Los 12 botones del teclado numérico están indentados ligeramente, y debajo de éstos, hay dos controles giratorios que sirven para ajustar el ancho de banda.
Directamente a la izquierda del dial de sintonía hay otros 10 botones que incluyen el de función, ganancia de micrófono, potencia, ajuste de la tecla CW y selección de modo. El dial de sintonización, en el centro, está levantado levemente, cosa que ayuda a su ubicación y hace menos probable que se modifique por error la frecuencia al tocar el dial cuando presionan los botones cerca de él.
A la derecha del dial de sintonía se encuentran los botones de Menú y TF-Set, que se utilizan para comprobar la frecuencia de TX al trabajar en Split.
Las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo sirven para moverse entre las bandas, mientras que la de izquierda y derecha se usan para seleccionar los receptores Main o Sub.
Estas 4 teclas están en un bloque en forma de «diamante», y junto con la mayoría de los botones, están muy juntos para facilitar su localización.
La verdad sea dicha, la distribución de los botones hace muy fácil el entender para qué sirven a una persona ciega, incluso sin haber tocado antes el equipo, o almenos intuírlo.
Sigamos.
A la derecha, y de nuevo ligeramente empotrado, hay un bloque de 9 botones. Estos incluyen las memorias rápidas, los botones asociados a la operación de SPLIT, y las opciones de escritura de memoria y recuperación de memoria. Finalmente, a la derecha del todo del panel se encuentran botones que se usan para el RIT y el XIT. Una perilla giratoria para la sintonización del receptor RIT/Sub, y la ganancia de RF y de AF para ambos receptores acaban de configurar el panel.
El control multicanal también se encuentra en este grupo.
Volviendo al lado izquierdo del panel frontal, cabe decir que la mayoría de estos botones son también de uso múltiple, y generalmente activan un menú de configuración si se pulsa primero la tecla de función.
Un paréntesis: los comandos para los que se precisa la tecla de función no ofrecen respuesta de voz y en realidad dan muy poca información auditiva, sólo algunos beeps o pitidos que nos pueden ayudar a veces a conocer la activación o desactivación de la opción.
Volvamos al botón redondito y programable, convenientemente colocado en la esquina superior izquierda del panel frontal. Ese botón, por ejemplo, nos puede informar de la señal de recepción, de la frecuencia en la que nos encontremos, etc. Pero deberemos programarlo mediante menú.
El TS-2000 lee el sistema de menús completo, pero solo el número del menú (no las letras asociadas) así que un operador ciego necesitará un método para recordar la función de cada número de menú. Por ejemplo, el RX Equalizer es el menú número 20. Usando el control Multi Channel, podemos movernos por el menú hasta que se oiga ‘Menu 20 – OFF’. El ajuste se realiza con las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo. Escucharíamos ‘Menú 20 H’ y luego ‘Menú 20 B’ y así sucesivamente. En este caso, ‘OFF’ significa que el ecualizador de recepción está apagado, ‘H’ es igual a High Boost y ‘B’ equivale a Bass Boost. Una buena opción para nosotros sería tener anotados los números de menú y sus correspondientes funciones asociadas, o tener una memoria excepcional para recordarlos.
Que el TS-2000 -u otro equipo cualquiera- en su cuerpo o en su micro tenga un teclado numérico completo facilita el desplazamiento a una frecuencia directa, opción que suelo usar con asiduidad en los equipos que la ofrecen.
Imaginemos que queremos desplazarnos a 7.100 MHZ. Deberíamos pulsar la tecla ‘ENTER’ (a la derecha del 0), y luego los números 7, el punto decimal (a la izquierda del 0), 1, 0 y 0. Si tenemos instalado el chip VS-3 la emisora dirá: ENTER, 7, MHZ, 1, 0, 0, VFO 7.100, cuando se vuelva a pulsar la tecla ENTER:
Debido a la «accesibilidad» del menú con la verbalización de los números presionados (lo guay sería que el menú se leyera completo, como ya pasa en algún equipo más moderno), el TS-2000 es muy útil en las bandas de HF. Para saber si el sintonizador automático funciona y se ajusta, podemos servirnos del chasquido de los relés seguidos de varios pitidos agudos. Si el acoplador no es capaz de ajustar la antena, se oirá el mensaje
SWR en CW.
El modo en el que se encuentre la radio (CW, USB, LSB, FM, AM…) también se indica con CW. Por ejemplo, cuando estemos en USB se escuchará Di Di Dah (una U).
En el uso normal, el TS-2000 puede indicar la mayoría de los ajustes, que un operador ciego podrá entender aunque sólo sea por eliminación. Me explico. Por ejemplo, para ajustar la potencia, se presiona el botón POWER y se ajusta la potencia girando el control multicanal. No hay respuesta de voz en este proceso, pero si se ha pulsado correctamente el botón POWER, el equipo emitirá un pitido agudo y cada «clic» del control multicanal aumentará la potencia en 5 vatios.
Por lo tanto, para ajustar 10 vatios de salida, deberíamos girar el control de canal en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que escuchemos un pitido, que indicará que se ha alcanzado el mínimo de 5 vatios. Luego deberemos girar el control un «clic» en el sentido de las agujas del reloj para ajustar 10 vatios, pasando de 5 a 10. Finalmente, volveríamos a presionar el botón POWER y el equipo emitirá un pitido grave que nos dirá que hemos salido del ajuste de potencia. ¿Qué os parece? E aquí la importancia de unos pitidos en distintos tonos. (Para tonos de pitidos los del Tmv7 o el TH-F7 de los que hablaremos en otros artículos). Otro ejemplo: Mic Gain se ajustaría de una manera similar, pero cada ‘clic’ aumentaría en un 1%. la ganancia. como esta opción se puede configurar del 1% al 100%, entonces lógicamente hay 100 ‘clics’ para contar. Eso sí, no hay forma de averiguar cuál es el valor actual, es decir, no podemos saber (si no nos acordamos) de si la emisora está en 50 vátios o en un 40% de la ganancia, a menos que contemos otra vez los ‘clics’ hasta que se alcance un límite. Por ejemplo, si contamos 30 ‘clics’ en el sentido de las agujas del reloj y luego escuchamos un pitido, podríamos deducir que el Mic Gain se había ajustado previamente en un 70%.
No es muy práctico, ciertamente, tedioso, pero al menos es posible.
Volvamos a la importancia de los tonos de los pitidos. ¿Cómo sabemos si una función está activada o no?
Si presionamos los botones a la izquierda del dial de sintonía, el estado de encendido o apagado de muchas opciones se indicará mediante un tono de pitido DIFERENTE, más agudo para indicar que está activado y más grave para indicar que está apagado.
Esto es particularmente útil cuando, por ejemplo, se entra en el modo de ajuste de potencia. Una notable excepción, sin embargo, es el procesador de voz. Inexplicablemente, no hay diferencia en el tono del beEp que indica si se ha activado o desactivado. Un operador ciego tampoco sabrá si está transmitiendo con el procesamiento de voz activado.
Un método para saber si estamos usando el procesador, sería escuchando nuestra propia transmisión a través de los auriculares, con la función Monitor activada.
La función SPLIT es también más o menos usable.
La Voz no nos indicará si estamos usando VFO A o B, pero en términos prácticos esto no importa. Al presionar el botón A / B se cambiará al VFO alternativo, permitiéndonos ingresar la frecuencia de TX. Pulsando de nuevo A / B volveríamos a la frecuencia RX. Pulsando ahora el botón Split podríamos empezar a utilizar dicha función.
Cada vez que se cambia de VFO, el equipo nos dirá en voz alta la frecuencia, pero al presionar el botón SPLIT no se obtiene ninguna retroalimentación de audio.
Afortunadamente, si pulsamos la tecla TF-Set, podremos escuchar la frecuencia de transmisión Split y oiremos un pitido si no estamos en el modo Split. Ese botón también es útil para comprobar la entrada del repetidor.
No hay duda, a estas alturas y por mi experiencia también, que el TS-2000 destaca del resto de muchos equipos en cuanto a accesibilidad, o lo ha hecho durante muchos años. (parece que la accesibilidad de equipos como el ts590sg o ts990 es también muy alta y rica, pero no he podido probarlos). Ojo, no estoy hablando de prestaciones, de recepción, de emisión, de capacidades… De hecho, en esos términos, el TS2000 no sería mi equipo preferido para HF ni mucho menos.
En los modos de VHF / UHF, es importante poder manejar las memorias de forma accesible, pues en muchos casos es necesario almacenar frecuencias de repetidor o simplex que nos convengan.
En ese sentido, el TS2000 es capaz (con el módulo VS-3, claro) de hablar los números de canal de las memorias, junto con las frecuencias almacenadas.
Cuando se utiliza 2M, la radio incluso sabe cuándo nos encontramos en frecuencias de los repetidores, y ajusta automáticamente el desplazamiento (en España de 145.600 a 145.775). ojo, que ahora parece que hay repetidores que legalmente pueden trabajar en 145,575mhz y mi TS2000 no se ajustaba ahí, teniendo que pulsar dos veces la tecla 0 para ajustar manualmente el -600.
Como dijimos anteriormente, no hay indicaciones habladas para las pulsaciones de botón que implican tener que presionar antes la tecla de función.
Esto significa, por ejemplo, que no hay retroalimentación sonora para seleccionar un tono CTCSS.
Normalmente, se selecciona un tono CTCSS pulsando Función seguido del número 6 en el teclado.
En la pantalla aparecerá una lista de tonos posibles para elegir. Una vez que se selecciona el tono correcto para un repetidor, se pulsa de nuevo la tecla de Función y el nnúmero 6 para salir de la lista CTCSS, quedando guardados los ajustes en la memoria.
Pero claro, ¿cómo sabemos qué tono está seleccionado si no vemos la pantalla y no nos lo lee el sintetizador?
Aquí es difícil, porque no hay diferencia en el pitido que emite la emisora cuando navegamos por la lista de tonos.
Un truquito: a veces podemos establecer el tono CTCSS para un repetidor, siempre que éste se encuentre en uso, es decir, que alguien esté hablando en él.
Deberíamos entrar en el modo de configuración CTCSS con Función seguido por 6, y luego usar el botón de escaneo para encontrar automáticamente el tono CTCSS correcto. Una vez más, no hay indicaciones habladas, es más una cuestión de ensayo y error.
En resumen, el TS-2000 ofrece un excelente acceso a la gran mayoría de sus características. Un operador ciego familiarizado con el diseño podría fácilmente configurar esta radio desde cero. El acceso al menú y los canales de memoria, y la gama de bandas de HF a 70CM en todos los modos, hacen el TS-2000 una opción muy atractiva para muchos operadores ciegos. Eso sí, tendremos que tener una gran dosis de memoria, cosa a la que ya estamos acostumbrados los que tenemos que enfrentarnos a menús y sus opciones. No es raro tener que recordar cuantas veces presionamos un botón o cuantas giramos un dial para acceder a tal o cuál función, activarla, desactivarla o cambiarla.
El amigo Kelvin nos hace una sugerencia que he usado más de una vez: el restablecimiento parcial. Esto conservará los ajustes de menú y memoria, pero nos llevará de nuevo a una posición conocida si nos quedamos realmente atascados. Si el operador utiliza un PC y se conecta a través de la interfaz CAT, Kenwood proporciona un programa MCP excepcionalmente accesible para el TS-2000. El MCP permite configurar la radio, incluyendo los ajustes de tecla de función que no se hablan como el CTCSS o para poder configurar los canales de memoria fácilmente.
Una vez que se han realizado cambios con el MCP, se pueden volver a escribir en la radio y se puede hacer una copia de seguridad del archivo creado, en caso de que se requiera un restablecimiento completo.
Existe también un dispositivo denominado Hampod (que no he probado) que dota al equipo de más accesibilidad, pero no os puedo contar más de lo que aparece en su web, de momento.

A parte del manual en PDF del equipo, en la web Handihams tienen diferentes archivos en audio (y en inglés) que ayudan a un operador ciego a familiarizarse con el equipo.

Una radio con defensores y detractores, pero simpática y usable para usuarios ciegos.

Emisora IC280E

Primer contacto con la radioafición. Recordando «mi» primer equipo: IC280E

Me considero muy nostálgico. De hecho, me atrevería a decir que muchos (no se puede generalizar) radioaficionados lo somos, y tal vez la afición lo sea también. Digo esto porque siento nostalgia cuando me acuerdo de «mi» primer equipo. Y pongo el posesivo entre comillas porque el propietario era mi padre, por aquél entonces (y ahora) EB3TA: un flamante transceptor móvil (pero que usaba en base) Icom IC-280E, de la banda de 2 metros FM, 10 vatios de potencia y tres memorias que se borraban cuando se desconectaba el equipo. Se ve que venía del Japón y que se construyó a finales de los 70. Sí, para muchos de mis lectores seguro que ya sería una modernidad, pero para mí fue el primero que tuve entre mis manos.
El momento en el que descubrí el aparato merece casi una mención aparte. No recuerdo muy bien cuando fue (puede que yo tuviera unos 8 años), pero un día, trasteando por el despacho de mi padre (donde convivían algún soldador que no debía pisar con los pies descalzos junto con kits, piezas y demás cachivaches que me encantaba tocar), encontré una caja rectangular con botones y ruedecitas. Le pregunté a mi padre qué era aquello y la frase: «es una emisora de radioaficionado, sirve para hablar con otra gente» me fascinó desde el minuto 0. Lo enchufamos a una fuente de alimentación pero del aparato solo emergieron chisporroteos. «Los finales estarán quemados». ¿Finales? pero si lo acabo de conocer, ¡debería hablarme de principios, no de finales!
Me consta que mi padre la arregló (seguro que lo hizo el amigo EA3CDW, quien se encargaría durante muchos años de mantener la pequeña instalación de mi padre) y lo conectó a una antena que, sin yo saberlo (obviamente nunca la había visto) se mantenía erguida en un mástil en el tejado de nuestro bloque, a siete pisos sobre el suelo. Una antigua antena Tagra (no recuerdo el modelo) que mi padre había montado unos 10 o 12 años atrás hasta que, por motivos que nunca supe, dejó la afición a un lado.
Me explicó por aquél entonces que él había vivido la noche del 23F mediante las ondas de aquél aparato y que constantemente solía hacer QSO’s con gente de los alrededores o vía repetidores como el R4 de Castellón.
¿QSO’s? ¿Repetidores? ¿Códigos Q?
Me contó también que para utilizar el aparato necesitaba una licencia, pasar un examen, un indicativo. Enseguida me aprendí el suyo, EB3TA, y uno de los primeros días en los que el transceptor ya lucía listo de nuevo, empecé a charlar con quienes creía que me contestarían. ¡Y vaya si lo hicieron!
«¡Niño, deja la emisora de tu padre y vete por ahí!» Juro que aún recuerdo el indicativo de quien me atizó tales palabras, un simpático EB5. No le culpo. Realmente no debía tocar eso. Mi padre me dijo que durante mucho tiempo tenía que escuchar, escuchar y escuchar.
Así empecé a aprender lo que significaban los números de las frecuencias, lo que significaba hablar por un repetidor o en directo, que había distintos tipos de antenas, que existía algo llamado «decamétricas» que por lo que se ve era la monda lironda… Llegué a aprenderme los sonidos de los repetidores, en CW, rápido y agudo el del R4 de Castellón, lento y más grave el 3 de Ibiza; o incluso por el sonido de la cola al caer, podía saber en qué frecuencia me encontraba: larguísima la del R6 de Montecaro que desaparecería años después, el simpático silbidito del R2 de Gandía, los beeps tan característicos de los de Denia (eso ya más tarde)…
Ni sabía nada de subtonos, ni de CTCS, ni de DCS, ni de la UHF… Todo esto lo iría aprendiendo con los años y ya con un nuevo equipo, allá por el 2001, un TMV7E de Kenwood que aún funciona y me acompaña, para mi disfrute (y a veces tedio de mi pareja) en el coche. Pero ya hablaremos de ese equipo, porque supuso un salto importante no solo en potencia, bandas y prestaciones sino en accesibilidad.
Y es que, señores, el IC280E, por muy bueno que me pareciese, no me permitía saber en qué frecuencia me encontraba. Pero mi mente fue creando pequeños trucos:
– El equipo siempre se encendía en 145.000MHZ. Si contaba las vueltas del dial (tac, tac, tac) podía saber dónde me encontraba, puesto que los saltos eran de 25KHZ y no había otra opción.
– También hallé por casa un antiguo FT23R de Yaesu, que me servía para encontrarme haciendo portadoras de una radio a la otra y cuadrar así las frecuencias, aunque casi nunca me ayudaba porque terminaba descuadrando el walkie, que tampoco era accesible, sacándolo de las frecuencias límite para radioaficionados.
– Sabía si estaba en Simplex o en +/-600 porque había teclas dedicadas a ese menester, solo debía memorizar su posición y cambiarla según me pareciera. No existían los menús (de los cuáles ya hablaré también en un futuro).
Los diales de sintonización, volumen y squeltch eran fáciles de sintonizar, incluso las 3 memorias, que se cambiaban con otro mando más pequeño. Pero el problema era la fuente de alimentación -regulable- que debía estar a la misma potencia, ni más alta ni más baja, para no cargarme el equipo. Lástima no conservar fotos de la época porque mi padre llegó a tunearla un poco para hacer coincidir una muesca del dial de sintonización con una señal hecha en el 12 de los voltios (creo que era así) para que yo pudiese ajustarla por si acaso se movía de su posición actual. Llegué incluso a tener marcados con dos cintas de distintos tactos los cables y sus conexiones en la fuente, para no equivocarme y conectarlas al revés.
Esas medidas fueron apareciendo en el tiempo para quedarse, aún hoy en día. Y es que si no hay accesibilidad o no vemos las cosas, hay que buscarse la vida y ser ingenioso. Y de eso mi padre sabía un rato.
Y así aprendía yo, con el transceptor, para qué servía cada mando, cada agujero, que aquello era un PL o una conexión modular de micrófono…
Tiempo después el aparato cayó en desuso y murió. Intentamos recuperarlo un par de veces (me consta que el trabajo de grandes como EA5AGV, EA5VF, etc. así lo demuestra) pero terminamos por dejarlo por muerto y conservarlo como reliquia. Incluso adquirí, en uno de esos empeños por arreglarlo, otro modelo igual que vendían por Internet de algún coleccionista y que murió también al cabo de poco tiempo de usarse. Los dos encienden, eso sí. Se puede ver la apariencia en la foto adjunta. Recuerdo incluso un característico zumbido que el aparato emitía todo el tiempo y que variaba de tono muy levemente cuando cambiaba de frecuencia o confirmaba alguna memorización. Todo servía, cualquier información sonora que a propósito o no emitiese el equipo, era importante para mí. Y eso sigue siendo válido hoy en día. Ya hablaré de la importancia de los beeps en equipos más modernos.
Y bueno, además de escuchar, también llegué a realizar QSO’s con él, y con eso me quedo, a parte, claro está, de la gente que tanto tiempo escuché por primera vez y a algunos conocí, de la mano, casi siempre, de uno de mis otros padrinos radiofónicos, EB3AJE (luego EA3HAO), Joaquín, quien podría considerar mi primer interlocutor en un QSO en serio por aquellos lares no tan lejanos.